En un contexto político marcado por la crisis de confianza y la necesidad de una mayor transparencia, Izquierda Unida (IU) ha presentado un conjunto de 35 medidas destinadas a combatir la corrupción en España. Esta iniciativa surge tras el escándalo del ‘caso Cerdán’, que ha puesto en tela de juicio la ética pública y la integridad de las instituciones. El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, ha enfatizado la urgencia de transformar la indignación en acción legislativa, proponiendo un enfoque integral para abordar este problema que ha afectado a la política española durante décadas.
### Propuestas Clave para la Lucha Contra la Corrupción
Entre las medidas más destacadas se encuentra la creación de una ley integral contra la corrupción, que se fundamenta en dos ejes principales. El primero de ellos implica que los corruptores asuman los costos directos e indirectos de sus acciones, incluyendo los perjuicios a terceros y los costos judiciales. Esto no solo busca responsabilizar a quienes cometen actos de corrupción, sino también restituir los derechos de aquellos que han sido afectados por estas prácticas.
El segundo eje propuesto es la prohibición de que empresas condenadas por corrupción, así como sus directivos, puedan participar en concursos públicos durante un periodo de diez años. Esta medida tiene como objetivo frenar la impunidad y asegurar que las entidades que han incurrido en prácticas corruptas no puedan beneficiarse de contratos públicos.
Además, IU ha planteado la necesidad de una ley expropiatoria que permita recuperar los bienes o beneficios obtenidos a través de la corrupción. Esta propuesta se centra en la responsabilidad de las empresas corruptoras y sus dirigentes, ampliando las sanciones y responsabilidades dentro de la estructura empresarial. Maíllo ha subrayado que es fundamental perseguir de manera efectiva a aquellos que facilitan la corrupción, no solo a los corruptos directos.
### Endurecimiento de las Sanciones y Protección de Denunciantes
Otra de las propuestas incluidas en el documento es el endurecimiento de las penas asociadas a delitos de corrupción, como el cohecho y los delitos fiscales. IU sugiere ampliar el plazo de prescripción de estos delitos, así como abordar las conductas de pasividad ante la corrupción por parte de aquellos que, teniendo conocimiento de estas prácticas, no las denuncian. Esto incluye a miembros de la administración, empresas y organizaciones políticas.
La organización también ha propuesto la inhabilitación de 30 años para aquellos condenados por corrupción, así como la creación de una oficina de prevención de la corrupción. Esta última medida busca establecer un organismo que se encargue de supervisar y prevenir prácticas corruptas en el ámbito público y privado.
Además, IU defiende el mantenimiento del estatuto legal de las acusaciones populares, a diferencia de la propuesta del PSOE de eliminarlo. También se plantea la reforma de la ley que protege a los denunciantes de infracciones normativas, con el fin de otorgarles mayores garantías y fomentar un entorno en el que se sientan seguros al informar sobre irregularidades.
La organización ha manifestado su intención de trabajar conjuntamente con otras formaciones políticas, incluyendo el PSOE y Sumar, para abordar estas propuestas de manera colectiva. Maíllo ha enfatizado que, aunque desean mantener el Gobierno de coalición, es imperativo que se tomen medidas concretas para restaurar la confianza pública y asegurar la integridad de las instituciones.
En un momento en que la política española enfrenta desafíos significativos, la presentación de estas medidas por parte de IU representa un intento de dar un giro a la legislatura y abordar de manera proactiva los problemas de corrupción que han socavado la confianza en el sistema político. La respuesta del Gobierno y de otras fuerzas políticas será crucial para determinar si estas propuestas se traducirán en cambios legislativos efectivos que fortalezcan la lucha contra la corrupción en España.