En un reciente foro empresarial, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, abordó la preocupante situación de la corrupción en España y su impacto en la imagen del país ante inversores extranjeros. Durante un desayuno organizado por un medio local y patrocinado por Unicaja, Garamendi enfatizó la necesidad de grandes acuerdos entre los partidos políticos para fortalecer el Estado y combatir la corrupción que afecta a la política y la economía del país.
### La Corrupción y su Impacto en la Inversión Extranjera
La corrupción ha sido un tema recurrente en la política española, y los recientes escándalos han puesto en jaque la confianza de los inversores. Garamendi, en su intervención, no escatimó en palabras al calificar la situación como «muy preocupante». Hizo referencia a los casos de corrupción que han salpicado al PSOE, el partido en el poder, y cómo estos incidentes pueden influir negativamente en la percepción internacional de España. «Los inversores dicen: pero esto qué es», expresó Garamendi, subrayando que la mala imagen del país puede desincentivar la inversión extranjera.
El presidente de la CEOE también criticó la tendencia de culpar a las empresas de la corrupción, afirmando que el verdadero problema radica en aquellos que ostentan el poder y que, en lugar de actuar en beneficio del bien público, lo hacen para su propio beneficio. «No es ‘tengo dinero y te corrompo’, sino que es ‘si no me das dinero, no te doy un pedazo'», argumentó, señalando que la corrupción es un fenómeno que debe ser abordado desde la raíz, es decir, desde la estructura de poder que permite que estas prácticas se lleven a cabo.
### Fortalecimiento del Estado y Necesidad de Acuerdos
Garamendi no solo se limitó a criticar la corrupción, sino que también ofreció soluciones concretas para combatirla. Una de sus propuestas más destacadas fue la necesidad de fortalecer el Estado. Según él, esto implica garantizar que los concursos públicos sean razonables y estén debidamente controlados. Además, hizo hincapié en la importancia de mantener un sistema de oposiciones para los altos funcionarios del Estado, argumentando que cualquier intento de cambiar este sistema podría debilitar las estructuras del Estado y facilitar la corrupción.
«Si hacemos eso debilitamos el Estado y montamos un Estado fluido, gaseoso», advirtió Garamendi, sugiriendo que la fortaleza institucional es clave para prevenir la corrupción. También instó a los partidos políticos a buscar un «sentido de Estado» y a establecer grandes acuerdos que trasciendan las diferencias ideológicas. En este sentido, mencionó la necesidad de acuerdos en áreas críticas como la defensa, que podrían sentar las bases para una colaboración más amplia en otros temas.
La intervención de Garamendi fue respaldada por otros líderes empresariales presentes en el foro, quienes coincidieron en que la imagen del empresario está siendo distorsionada por la narrativa populista que culpa a las empresas de los problemas del país. Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, también se unió al clamor por una representación más justa de los empresarios en la sociedad.
La corrupción no solo afecta la imagen de España en el exterior, sino que también tiene repercusiones internas. La falta de confianza en las instituciones puede llevar a un clima de desconfianza que afecta la economía y el desarrollo empresarial. Por ello, Garamendi y otros líderes empresariales abogan por un cambio en la narrativa y en las políticas que rigen el funcionamiento del Estado.
En resumen, el foro empresarial se convirtió en un espacio de reflexión sobre la corrupción y sus efectos en la economía española. La llamada a fortalecer el Estado y a establecer grandes acuerdos entre los partidos políticos resuena como una necesidad urgente en un momento en que la confianza en las instituciones se encuentra en niveles críticos. La lucha contra la corrupción no solo es responsabilidad de los políticos, sino que también requiere un compromiso activo por parte del sector empresarial y la sociedad en su conjunto. La colaboración y el diálogo son esenciales para construir un futuro más transparente y justo para todos los ciudadanos.