La Encina de La Peana, considerada el árbol más grande de Andalucía, se encuentra en un estado crítico debido a su envejecimiento y deterioro. Este monumental ejemplar, ubicado en Serón, Almería, ha sido objeto de atención por parte de la Junta de Andalucía, que ha implementado diversas medidas para intentar mitigar su deterioro. Sin embargo, la situación es alarmante y los expertos advierten que su envejecimiento es un proceso imparable.
### Un Árbol Monumental en Declive
La Peana destaca no solo por su impresionante altura de 18,5 metros, sino también por la vasta proyección de su copa, que abarca casi 302 metros cuadrados. Este árbol, que ha sido declarado Monumento Natural de Andalucía, presenta una estructura única con un tronco que tiene un perímetro de 15 metros en su base, lo que le confiere un aspecto majestuoso. Sin embargo, su belleza se ve empañada por una grieta significativa que atraviesa su tronco, con dimensiones de casi cuatro metros de longitud y hasta ocho centímetros de anchura.
Desde que se detectó la grieta en junio de 2020, la Junta ha llevado a cabo un seguimiento exhaustivo del árbol, realizando casi 20 visitas de control. A pesar de los esfuerzos iniciales para estabilizar la grieta, las últimas inspecciones han revelado que esta ha crecido, lo que ha llevado a los expertos a concluir que el árbol está en un avanzado proceso de senescencia. Las autoridades han expresado su deseo de retrasar la muerte del árbol lo máximo posible, pero son conscientes de que su deterioro es inevitable.
### Causas del Deterioro
El deterioro de La Peana se debe a una combinación de factores biológicos y ambientales. Según los análisis realizados por la Red de Alertas Fitosanitaria Forestal de la Consejería de Agricultura, la grieta se ha visto favorecida por la presencia de hongos xilófagos, que han penetrado en el tronco y las ramas a lo largo de los años. Estos hongos suelen proliferar a partir de heridas causadas por roturas de ramas, ya sea por causas naturales o por intervención humana.
Además, se ha identificado que una poda drástica realizada hace aproximadamente 80 años pudo haber contribuido a la entrada de estos hongos, al dejar heridas significativas en el árbol. A esto se suma el impacto de las condiciones climáticas, como las nevadas y los fuertes vientos que La Peana soportó en el invierno de 2019. Estas condiciones provocaron tensiones extraordinarias en su estructura, lo que, combinado con las lluvias y las altas temperaturas de la primavera siguiente, resultó en un colapso interno que ha agravado la grieta.
Para intentar salvar el árbol, se han implementado diversas medidas. En julio de 2020, se contrató a una empresa especializada en arboricultura para realizar una poda de aclareo, que redujo en un 30% la capacidad foliar del árbol. Esta intervención buscaba disminuir la palanca y el esfuerzo que las ramas ejercen sobre la grieta, permitiendo al mismo tiempo que la luz penetrara entre las ramas, lo que podría fomentar una nueva brotación interna.
Además, se instaló un sistema de cableado para contrarrestar las tensiones y evitar que la grieta se expandiera. En 2022, siguiendo las recomendaciones de los expertos, se implementó un vallado perimetral para proteger el entorno del árbol y evitar la compactación del suelo, lo que podría afectar su estabilidad.
La situación de La Peana es un recordatorio de la fragilidad de nuestros ecosistemas y la importancia de la conservación de la naturaleza. Aunque se están realizando esfuerzos significativos para preservar este árbol monumental, el futuro de La Peana sigue siendo incierto. La combinación de su avanzada edad, las condiciones ambientales adversas y los daños estructurales hacen que su supervivencia sea un desafío constante. La comunidad y las autoridades deben unirse para encontrar soluciones que permitan prolongar la vida de este símbolo de la naturaleza andaluza, mientras se reflexiona sobre la importancia de cuidar y proteger nuestro patrimonio natural.