La vida del icónico cantante español Julio Iglesias ha estado marcada por su éxito internacional y su estilo de vida en el Caribe. Sin embargo, en un giro sorprendente, el artista ha decidido regresar a sus raíces gallegas, adquiriendo una casa de campo en la aldea de Vallarino, en el Ayuntamiento de Piñor, donde planea pasar parte de su verano. Esta decisión refleja no solo un deseo de reconectar con su pasado, sino también una búsqueda de tranquilidad y nostalgia.
### Un Hogar en la Tierra de Sus Recuerdos
La nueva propiedad de Julio Iglesias se extiende sobre 1.500 metros cuadrados y está rodeada de muros de piedra de tres metros de altura. Anteriormente, perteneció al exalcalde de Orense, Manuel Cabezas, y cuenta con una piscina y un lago artificial, todo ello a pocos kilómetros de A Peroxa, el lugar natal de su padre, el doctor Iglesias Puga. Este regreso a Galicia no es solo una cuestión de ubicación; es un viaje emocional hacia su infancia, un deseo de volver a la tierra que lo vio crecer.
En una reciente entrevista, el cantante expresó su conexión con Galicia, afirmando: «Es que yo me siento gallego». La nostalgia ha sido un motor importante en su decisión de adquirir esta vivienda, donde espera pasar momentos significativos con su familia. La casa, que solo necesitó una puesta a punto, está lista para ser habitada y cuenta con amplios jardines de estilo inglés y un garaje que puede albergar hasta diez vehículos.
La elección de Piñor como su nuevo refugio no es casual. A solo diez kilómetros de donde pasó su niñez, Iglesias ha manifestado su deseo de disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad que ofrece el campo gallego. Su conexión con esta tierra es profunda, y su música ha reflejado ese amor. En 1972, dedicó una canción en gallego a Galicia, titulada «Un canto a Galicia, miña terra nai», que se ha convertido en un himno para muchos.
### La Vida en el Caribe y el Equilibrio Familiar
A pesar de su regreso a Galicia, Julio Iglesias ha pasado la mayor parte de su vida en el Caribe, entre la República Dominicana y las Bahamas. Allí, ha llevado una vida tranquila, disfrutando de la natación diaria y dedicándose a la escritura de sus memorias. Sin embargo, su vida en el Caribe no ha estado exenta de rumores sobre su salud. A sus 81 años, ha tenido que desmentir varias informaciones que sugerían problemas de movilidad, reafirmando su bienestar y su claridad mental.
Iglesias ha compartido que, aunque no ha estado en los escenarios ni ha lanzado nuevos proyectos musicales en los últimos años, no tiene planes de retirarse. Además de trabajar en sus memorias, ha estado involucrado en la producción de una serie sobre su vida para una plataforma de streaming. Su enfoque en la vida es claro: ha elegido la soledad como una compañera, una decisión que ha tomado con serenidad y que le ha permitido ser más feliz.
La familia sigue siendo una prioridad para el cantante. Sus hijos, fruto de su relación con Miranda Rijnsburger, han crecido en un entorno donde la Costa del Sol ha sido un destino familiar habitual. Ahora, con la nueva casa en Galicia, Iglesias planea dividir su tiempo entre Ojén y Piñor, creando un espacio donde su familia pueda reunirse y disfrutar de la tranquilidad del campo.
La vida de Julio Iglesias es un testimonio de su capacidad para adaptarse y encontrar equilibrio entre sus raíces y su vida moderna. Su regreso a Galicia no solo es un regreso físico, sino también un viaje emocional que le permite reconectar con su pasado y fortalecer los lazos familiares. En un mundo donde la fama y el éxito pueden ser abrumadores, Iglesias ha encontrado en la simplicidad del campo gallego un refugio y un lugar para seguir construyendo recuerdos con sus seres queridos.