La situación social en Málaga se ha vuelto alarmante, especialmente para aquellos que, a pesar de tener un empleo, se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica. Según la reciente memoria anual de Cáritas Diocesana de Málaga, presentada por sus directivos, uno de cada cuatro beneficiarios de la organización tiene un trabajo formal, lo que pone de manifiesto la creciente precariedad laboral en la región. Esta realidad se agrava en un contexto donde la crisis de la vivienda se ha intensificado, afectando a miles de familias que luchan por cubrir sus necesidades básicas.
La presentación de estos datos fue realizada por Ernesto Juárez, secretario general de Cáritas Diocesana de Málaga, quien destacó que el 23% de las personas atendidas por la organización cuentan con ingresos provenientes de trabajos regulados. Este porcentaje ha aumentado significativamente en comparación con el 15% del año anterior, lo que indica que la pobreza laboral se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más común. A pesar de la aparente recuperación económica y la disminución de la tasa de desempleo, muchas personas que trabajan no logran salir de la pobreza.
### La Crisis de la Vivienda
Uno de los aspectos más preocupantes que se abordaron en la presentación es la crisis de la vivienda, que afecta a un 44% de las personas atendidas por Cáritas. Este porcentaje representa a aquellos que enfrentan graves dificultades para pagar su alquiler o hipoteca. Juárez explicó que el aumento de los precios de la vivienda ha llevado a muchas familias a alquilar habitaciones en pisos compartidos, lo que no solo limita su privacidad, sino que también dificulta el acceso a derechos básicos como el empadronamiento.
La situación es aún más crítica para las familias con niños, quienes se ven obligadas a vivir en condiciones de hacinamiento. En 2024, casi una de cada cuatro personas atendidas por Cáritas vive en habitaciones alquiladas, un aumento notable en comparación con años anteriores. Este fenómeno no solo afecta la calidad de vida de los individuos, sino que también tiene repercusiones en el desarrollo educativo y emocional de los niños.
Las ayudas proporcionadas por Cáritas para hacer frente a los costos de vivienda han aumentado considerablemente, alcanzando un total de 870,000 euros en 2024, un 38% más que en el año anterior. Este incremento refleja la creciente necesidad de apoyo en un contexto donde la vivienda se ha convertido en un factor determinante en la lucha contra la pobreza.
### Desigualdad y Exclusión Social
La desigualdad de género también juega un papel crucial en esta crisis. Juárez destacó que las mujeres son las más afectadas por la precariedad laboral, ya que suelen tener empleos más inestables y con menores ingresos. La brecha de género en el ámbito laboral se traduce en que las mujeres tienen menos recursos económicos, lo que las empuja a situaciones de vulnerabilidad aún mayores.
Además, la situación de los migrantes es otro factor que complica la inclusión social. En 2024, Cáritas acompañó a casi 6,000 migrantes, que representan el 65% del total de personas atendidas. Muchos de ellos se encuentran en situación administrativa irregular, lo que les impide acceder a ayudas públicas y los obliga a depender de organizaciones como Cáritas para sobrevivir. Esta falta de apoyo institucional agrava su situación y perpetúa un ciclo de exclusión social.
El aumento del número de personas solas que acuden a Cáritas también es un indicador preocupante. En 2024, el 17% de los beneficiarios eran personas que no contaban con una red de apoyo, lo que refleja una creciente desvinculación social. Este fenómeno se traduce en una mayor dificultad para acceder a recursos y apoyo en momentos de crisis, lo que a su vez agrava la situación de pobreza.
Cáritas ha hecho un llamado a la necesidad de implementar políticas públicas que garanticen los derechos de las personas y que no dejen la solución de estos problemas en manos del mercado. Juárez enfatizó que delegar en el mercado solo generará nuevas brechas de desigualdad, y que es fundamental que se diseñen estrategias que aborden las necesidades básicas de la población más vulnerable.
La presentación de la memoria de Cáritas coincide con la celebración del Corpus Christi, un momento en el que la organización también lanza su campaña de caridad. Este año, el lema de la campaña es «Mientras haya personas, hay esperanza», un mensaje que subraya la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo en tiempos de crisis. Antonio Collado, delegado episcopal de Cáritas, hizo un llamado a la comunidad a no solo participar en actos religiosos, sino también a involucrarse activamente en la ayuda a los más necesitados.
La situación en Málaga es un reflejo de una crisis social más amplia que afecta a muchas ciudades en España y en el mundo. La combinación de precariedad laboral, crisis de vivienda y exclusión social exige una respuesta urgente y coordinada por parte de las autoridades y la sociedad civil para garantizar que todos tengan acceso a una vida digna y a oportunidades de inclusión.
