Recientemente, el Hospital Valle del Guadalhorce, ubicado en Cártama, ha sido objeto de una grave denuncia por parte del sindicato CSIF, que representa a los trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Según la denuncia, varios pacientes han tenido que compartir habitación con cuerpos de personas fallecidas durante varias horas, lo que ha generado una situación de incomodidad y desasosiego tanto para los pacientes como para sus familias. Esta situación ha sido atribuida a la falta de personal celador, ya que solo hay dos disponibles durante la noche para todo el centro, lo que ha llevado a que los traslados de los fallecidos se retrasen considerablemente.
El sindicato ha señalado que, en al menos dos ocasiones durante la semana, se han producido incidentes en los que los pacientes han tenido que esperar más de cuatro horas para que se realizara el traslado de los cuerpos al mortuorio. En una de estas ocasiones, dos pacientes fallecieron en la unidad de Medicina Interna, y debido a la falta de celadores, sus cuerpos no pudieron ser trasladados hasta que se dispuso de personal para hacerlo. Esta situación ha sido calificada por CSIF como «intolerable», argumentando que la falta de recursos humanos está poniendo en riesgo la dignidad de los pacientes y sus familias.
Por su parte, el Hospital Universitario Virgen de la Victoria, que gestiona el Hospital Valle del Guadalhorce, ha respondido a estas acusaciones afirmando que solo se ha tratado de un caso aislado. Según el hospital, el retraso en el traslado de un paciente fallecido se debió a un «trámite burocrático» relacionado con la falta de documentación necesaria para emitir el certificado de defunción. Aseguran que este tipo de situaciones no son comunes y que, en general, el proceso de traslado de los cuerpos se realiza de manera adecuada y respetuosa.
El hospital también ha destacado que, cuando ocurre un fallecimiento, es necesario un tiempo prudencial para comunicar la noticia a la familia y completar la documentación requerida antes de proceder al traslado. Sin embargo, el sindicato ha insistido en que la falta de celadores durante la noche es un problema recurrente que afecta la operatividad del hospital y la atención a los pacientes.
### La falta de personal y sus consecuencias
La denuncia del CSIF no solo pone de manifiesto un caso aislado, sino que también refleja un problema más amplio en el sistema de salud pública. La escasez de personal celador ha sido una preocupación constante en muchos hospitales de la región, lo que ha llevado a situaciones críticas que comprometen la atención y el bienestar de los pacientes. La falta de recursos humanos en el sector salud ha sido un tema recurrente en los últimos años, y la pandemia de COVID-19 ha exacerbado aún más esta situación.
Los celadores desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento de los hospitales, ya que son responsables de tareas esenciales como el traslado de pacientes y cuerpos, así como de garantizar que las instalaciones se mantengan en condiciones óptimas. La reducción de personal en este ámbito ha llevado a un aumento en la carga de trabajo para los pocos celadores que quedan, lo que puede resultar en errores y retrasos en la atención.
El sindicato ha advertido que la situación actual es insostenible y que es necesario aumentar las contrataciones para cubrir las vacantes existentes. De no hacerlo, se corre el riesgo de que se repitan incidentes como los denunciados en el Hospital Valle del Guadalhorce, lo que podría tener repercusiones graves en la atención al paciente y en la reputación del sistema de salud pública.
### Reacciones y medidas a tomar
La denuncia ha generado una ola de reacciones tanto en la comunidad médica como en la sociedad en general. Muchos profesionales de la salud han expresado su preocupación por la falta de recursos y han instado a las autoridades a tomar medidas inmediatas para abordar la situación. La dignidad de los pacientes y el respeto por los fallecidos son principios fundamentales que deben ser garantizados en cualquier institución de salud.
Las autoridades sanitarias han sido instadas a revisar las políticas de contratación y a implementar medidas que aseguren que los hospitales cuenten con el personal necesario para operar de manera eficiente. Esto incluye no solo a los celadores, sino también a enfermeros, médicos y otros profesionales que son esenciales para el funcionamiento del sistema de salud.
La situación en el Hospital Valle del Guadalhorce es un claro ejemplo de los retos que enfrenta el sistema de salud pública en la actualidad. La falta de personal y los problemas burocráticos no solo afectan la calidad de la atención, sino que también ponen en riesgo la dignidad de los pacientes y sus familias. Es fundamental que se tomen medidas para garantizar que todos los pacientes reciban la atención que merecen, en un entorno que respete su dignidad y bienestar.
