Myriam Bregman, abogada y activista argentina, se ha convertido en una figura clave en la oposición al gobierno de Javier Milei, quien ha implementado un programa neoliberal y conservador desde su llegada al poder. En una reciente entrevista, Bregman analizó la situación política actual en Argentina, destacando la resistencia popular y los desafíos que enfrenta la izquierda en un contexto global donde la ultraderecha avanza con fuerza.
**El Contexto Político Actual en Argentina**
Desde que Javier Milei asumió la presidencia, el país ha sido testigo de un acelerado ajuste económico que ha generado un clima de incertidumbre y descontento social. Bregman señala que Milei es consciente de que su tiempo es limitado y, por lo tanto, está implementando sus políticas de manera rápida y sin considerar las consecuencias a largo plazo. A pesar de no contar con una mayoría en el Congreso, su gobierno ha logrado avanzar gracias a la complicidad de ciertos sectores de la oposición y de las conducciones sindicales, que han mostrado una pasividad alarmante ante los ataques a los derechos laborales y sociales.
La activista critica la falta de resistencia organizada por parte de los sindicatos, que históricamente han sido fuertes en Argentina. A pesar de la existencia de dos centrales sindicales importantes, la CGT y la CTA, muchas de sus direcciones no han planteado una oposición efectiva a las políticas de Milei. Esto ha permitido que se destruyan derechos laborales y de seguridad social sin una respuesta adecuada por parte de los trabajadores.
**La Lucha por los Derechos Sociales**
Bregman destaca que más del 60% de los niños y niñas en Argentina viven en situación de pobreza, lo que representa una crisis humanitaria que no puede ser ignorada. La activista expresa su indignación por la falta de acción de sectores que podrían convocar huelgas y rechazar las medidas del gobierno en el Congreso, en lugar de priorizar sus intereses personales o electorales. En este contexto, el Frente de Izquierda, del cual Bregman es parte, ha mantenido una postura firme, rechazando todas las leyes propuestas por Milei y participando activamente en las calles desde el primer día.
La represión y la criminalización de la protesta social son otros temas que preocupan a Bregman. La implementación de un protocolo antipiquetes por parte de Patricia Bullrich, que busca silenciar la disidencia, ha intensificado la persecución a quienes se manifiestan. La activista menciona que ella misma enfrenta causas penales por participar en protestas, lo que refleja un clima de miedo y represión que busca desincentivar la movilización social.
A pesar de estos desafíos, Bregman subraya que la respuesta del pueblo argentino ha sido contundente. Las movilizaciones masivas demuestran que la ciudadanía no está dispuesta a ceder ante el avance represivo del gobierno. La activista hace un llamado a la unidad de las luchas, destacando que la fragmentación de las mismas debilita la respuesta ante el ajuste. La conexión entre las luchas de diferentes sectores, como la salud, la educación y el feminismo, es fundamental para construir una fuerza imparable que pueda enfrentar las políticas de Milei.
**La Perspectiva Regional y Global**
Bregman también aborda la situación de América Latina en el contexto de la crisis geopolítica global. La región, que ha sido históricamente explotada por potencias imperialistas, enfrenta un nuevo desafío con la disputa entre Estados Unidos y China por sus recursos naturales. La activista denuncia que las decisiones cruciales para Argentina ya no se toman en Buenos Aires, sino en Washington, lo que representa una forma de colonialismo moderno.
En cuanto a la postura de los gobiernos progresistas de América Latina frente a conflictos internacionales, Bregman critica la falta de claridad en sus pronunciamientos, especialmente en relación al genocidio en Gaza. A pesar de que muchos gobiernos se autodenominan progresistas, su alineamiento con potencias como Israel durante crisis humanitarias es alarmante. Esto refleja una desconexión con la historia de Argentina, que ha vivido genocidios y sabe lo que significa el uso del hambre como herramienta de exterminio.
Finalmente, Bregman advierte sobre el ascenso de la ultraderecha en Europa y su impacto en Argentina. La experiencia del pasado reciente muestra que no se puede derrotar a la ultraderecha renunciando a las banderas de transformación. La activista enfatiza que la clave para enfrentar este fenómeno radica en la organización y en la construcción de un proyecto de izquierda claro, que no haga concesiones al poder económico.
La situación en Argentina es un reflejo de una lucha más amplia que enfrenta la izquierda en todo el mundo. La solidaridad internacional y la organización desde las bases son esenciales para construir un futuro donde los derechos humanos y la justicia social sean una realidad.