La recolección de castañas en el Valle del Genal, una de las regiones más emblemáticas de Andalucía, está viviendo un momento de optimismo. La campaña actual se presenta con mejores perspectivas de producción, gracias a las condiciones climáticas favorables del año pasado. Según las estimaciones de la organización agraria Asaja, se prevé que la producción alcance los tres millones de kilos, especialmente de la variedad Pilonga, que representa el 90% de la producción total de esta comarca. Esta cifra, aunque ligeramente inferior a la media histórica, es un alivio en comparación con los años anteriores, donde la producción se vio afectada por diversas adversidades.
Las abundantes lluvias del otoño pasado han sido un factor clave en la mejora de la calidad y cantidad de la castaña. La variedad Pilonga, reconocida por su excelente sabor y gran tamaño, ha destacado en esta campaña. Este fruto no solo es apreciado por su calidad, sino también por su resistencia relativa a la avispilla, una plaga que ha afectado a otros cultivos. Sin embargo, la organización advierte que la incidencia de esta plaga sigue siendo un riesgo, dependiendo de la ubicación de las explotaciones.
### Desafíos en la Recolección y Mano de Obra
A pesar de las buenas noticias en términos de producción, el sector enfrenta un desafío significativo: la falta de mano de obra para la recolección. Este cultivo, que en su mayoría depende de explotaciones familiares, se ve amenazado por la escasez de trabajadores. Asaja ha señalado que, en algunas áreas, esta falta de mano de obra podría resultar en que parte de la producción quede sin recolectar. La situación es preocupante, ya que la recolección de castañas es una actividad que requiere de mucha mano de obra, y la dependencia de trabajadores temporales ha aumentado en los últimos años.
El Valle del Genal cuenta con aproximadamente 3.500 hectáreas dedicadas al cultivo de la castaña, lo que lo convierte en el principal productor de este fruto en Andalucía. La producción anual oscila entre 3,5 y 4 millones de kilos, lo que no solo tiene un impacto económico significativo para la comarca, sino que también juega un papel crucial en la conservación del paisaje y la actividad rural de la región. La castaña es más que un producto agrícola; es parte de la identidad cultural y económica del Valle del Genal.
### La Variedad Pilonga: Un Tesoro Gastronómico
La variedad Pilonga es sin duda la estrella de la producción de castañas en el Valle del Genal. Considerada la tercera mejor del mundo, su sabor y calidad la hacen especialmente apreciada para el consumo en fresco. Los consumidores valoran su gran tamaño, color uniforme y facilidad de pelado, características que la convierten en un producto muy demandado en los mercados locales y nacionales. Esta variedad no solo es un símbolo de la riqueza agrícola de la región, sino que también representa una oportunidad para los agricultores de obtener buenos precios en el mercado.
A pesar de las dificultades, Asaja prevé que los precios se mantendrán acordes a la situación del mercado, lo que podría generar rentabilidad para los agricultores. La combinación de una producción mejorada y precios estables podría ofrecer un respiro a los productores, quienes han enfrentado años difíciles debido a factores climáticos y de mercado.
El cultivo de la castaña en el Valle del Genal no solo es vital para la economía local, sino que también contribuye a la preservación del entorno natural. Las castañas son parte integral del paisaje, y su cultivo ayuda a mantener la biodiversidad y la salud del ecosistema local. Además, la actividad agrícola en la región fomenta el turismo rural, atrayendo a visitantes que buscan disfrutar de la belleza natural y la cultura del Valle del Genal.
En resumen, la campaña de recolección de castañas en el Valle del Genal se presenta con un panorama alentador, aunque no exento de desafíos. La combinación de condiciones climáticas favorables y la calidad de la variedad Pilonga son factores que podrían marcar un punto de inflexión para los agricultores de la región. Sin embargo, la falta de mano de obra sigue siendo un obstáculo que debe ser abordado para asegurar que la producción no se vea comprometida. La castaña, como símbolo de la identidad del Valle del Genal, continúa siendo un pilar fundamental de la economía y la cultura local.