En un contexto marcado por la devastación de incendios forestales, miles de personas han salido a las calles en Galicia y Castilla y León para exigir un cambio en la gestión de los recursos naturales y la dimisión de los presidentes autonómicos. Las manifestaciones, que se llevaron a cabo en una treintena de municipios gallegos, tuvieron como eje central la ciudad de Ourense, donde los asistentes clamaron por un «monte libre de incendios» y denunciaron la inacción de las autoridades.
La plataforma «Por un monte galego con futuro», que agrupa a más de 50 colectivos, organizó estas movilizaciones para visibilizar lo que consideran una «tragedia ambiental, social y cultural». Según los organizadores, alrededor de 45,000 personas se manifestaron en toda Galicia, con una de las protestas más significativas en Vigo, donde los asistentes marcharon desde la Farola de Urzáiz hasta el edificio de la Xunta, exigiendo la dimisión del presidente Alfonso Rueda. Los gritos de «¡Galicia arde, Rueda responsable!» resonaron en el aire, mientras el humo de los incendios cercanos se hacía visible.
La presencia de figuras políticas como Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, añadió peso a la protesta. Díaz abogó por políticas de prevención de incendios y mejores condiciones para los trabajadores de los servicios de extinción. También se unieron a la manifestación otros líderes políticos, como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y representantes del Bloque Nacionalista Galego (BNG), quienes criticaron la gestión del PP en relación a los incendios.
### La crítica a la gestión de incendios
Los manifestantes no solo exigieron la dimisión de Rueda, sino que también denunciaron la falta de recursos y la ineficacia de las políticas implementadas por el gobierno gallego. En el manifiesto leído al final de la concentración, se hizo referencia a la ola de incendios como un «Prestige del interior», haciendo alusión a la catástrofe del petrolero Prestige en 2002. Los convocantes señalaron que la propagación de los incendios se debe a condiciones climáticas adversas y al abandono del medio rural, lo que ha llevado a muchas personas a perder sus hogares.
Las críticas se centraron en la gestión de recursos humanos y materiales. Se mencionó que el presidente Rueda había solicitado más medios al Estado español mientras mantenía 190 plazas vacantes en los equipos de prevención y extinción. Además, se cuestionó la estrategia de la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, quien ha defendido que la prevención se basa en mantener los montes limpios, en lugar de asegurar que sean productivos.
Entre las demandas de los manifestantes se incluyó la creación de un servicio público de bomberos forestales con gestión directa de la Xunta, la declaración de zona catastrófica para las áreas afectadas, y la suspensión de actividades como la caza y la pesca en las zonas devastadas para permitir la regeneración de la flora y fauna. También se exigió una moratoria indefinida a nuevas plantaciones de eucaliptos, que son considerados por muchos como una de las causas de la propagación de incendios.
### Movilizaciones en Castilla y León
Simultáneamente, en Castilla y León, se llevaron a cabo manifestaciones en varias localidades, donde los ciudadanos también exigieron la dimisión del presidente Alfonso Fernández Mañueco y su consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. En Salamanca, más de 300 personas se concentraron en la Plaza Mayor, convocadas por Podemos, para criticar la gestión de los incendios y señalar que las políticas de recortes en efectivos y recursos han contribuido a la crisis actual.
La portavoz de Podemos Salamanca, Aurora Zarco, destacó la importancia de cuidar la masa forestal, especialmente en invierno, cuando se producen despidos en el personal encargado de la prevención. En Ponferrada, cientos de personas se reunieron en la plaza del Ayuntamiento para rendir homenaje a las víctimas de los incendios y exigir responsabilidades a la Junta de Castilla y León.
La recién formada plataforma Stop Incendios en el Noroeste Peninsular también se hizo presente, reclamando un cambio profundo en la gestión forestal y en las políticas de extinción de incendios. Una de sus portavoces, Adriana González, enfatizó que la respuesta de las administraciones ha sido tardía e insuficiente, y que las responsabilidades deben ser depuradas, incluso en los tribunales, para que no quede impune lo sucedido.
Las manifestaciones en Galicia y Castilla y León reflejan un descontento creciente entre la población respecto a la gestión de los recursos naturales y la falta de acción efectiva ante una crisis ambiental que afecta no solo al medio ambiente, sino también a la vida de miles de personas. La presión social podría llevar a un cambio en las políticas públicas y a una mayor atención a la prevención y gestión de incendios en el futuro.