El nuevo Sistema de Entradas y Salidas (SES o EES) está a punto de entrar en vigor en España, y su implementación promete cambiar la forma en que los viajeros de fuera de la Unión Europea, especialmente los británicos, cruzan las fronteras. Este sistema, que comenzará a funcionar de manera parcial en el aeropuerto de Madrid-Barajas el 12 de octubre, tiene como objetivo mejorar la seguridad y el control de las fronteras europeas. Aunque el aeropuerto de Málaga no aplicará el EES de inmediato, se espera que su implementación afecte significativamente a los 5,7 millones de viajeros británicos que pasaron por esta terminal el año pasado.
**Detalles del Nuevo Sistema de Control Fronterizo**
El EES sustituirá el tradicional sellado de pasaportes por un registro digital y biométrico. Los viajeros no comunitarios deberán escanear su pasaporte y registrar sus datos biométricos, como huellas dactilares y fotografías, en su primera entrada a la Unión Europea. Este sistema se implementará de forma gradual y coexistirá con el sellado manual durante un periodo de seis meses. La inversión total en España para adaptar los aeropuertos y puertos a este nuevo sistema asciende a 83 millones de euros.
La razón detrás de esta transformación es clara: mejorar el control sobre el tiempo de estancia de los viajeros y agilizar los procesos en los controles fronterizos. El EES se centrará en aquellos que realicen estancias cortas de hasta 90 días en un periodo de 180 días. Esto significa que los viajeros deben ser conscientes de su tiempo de permanencia, ya que exceder el límite podría resultar en multas o prohibiciones de entrada.
Las autoridades españolas, junto con la Policía Nacional y la Guardia Civil, serán responsables de la supervisión de estos controles. La Policía Nacional se encargará de los controles en aeropuertos, puertos y fronteras terrestres, mientras que la Guardia Civil mantendrá sus funciones de prevención y persecución de delitos fiscales y aduaneros.
**Reacciones y Preparativos para la Implementación**
El embajador británico en España, Alex Ellis, ha destacado la importancia de la preparación y la adaptación a este nuevo sistema. Según él, el volumen de pasajeros entre el Reino Unido y España es considerable, con 18,4 millones de visitantes británicos en el último año. Ellis ha enfatizado que, para los viajes cortos, siempre que se respete el límite de 90 días, no debería haber problemas. Sin embargo, el sistema controlará automáticamente el tiempo de estancia, lo que podría generar complicaciones para aquellos que no estén al tanto de las nuevas regulaciones.
La implementación del EES ha generado cierta incertidumbre en el sector turístico, especialmente en Málaga, donde se teme que las colas y los tiempos de espera aumenten. Aena, la empresa que gestiona los aeropuertos españoles, ha lanzado una licitación para contratar un servicio que asesore a los pasajeros sobre el uso de los kioscos de registro fronterizo, asegurando que el proceso se realice de manera eficiente y cumpliendo con las normativas de seguridad.
A pesar de las preocupaciones, las autoridades están comprometidas a garantizar que la transición al nuevo sistema sea lo más fluida posible. La primera prueba del EES se llevará a cabo en el aeropuerto de Madrid-Barajas con el aterrizaje de un vuelo, y se espera que la implementación completa se realice en mayo de 2026.
El EES no solo busca mejorar la seguridad en las fronteras, sino también proporcionar datos en tiempo real que ayuden a las autoridades a identificar posibles amenazas y casos de fraude. Este enfoque proactivo es parte de un esfuerzo más amplio para gestionar la migración irregular y asegurar que las personas que intentan ingresar a la UE lo hagan de manera legal y dentro de los límites establecidos.
En resumen, la llegada del nuevo sistema de control fronterizo en España representa un cambio significativo en la forma en que los viajeros de fuera de la UE, especialmente los británicos, interactúan con las fronteras europeas. Con la implementación gradual y la colaboración de diversas autoridades, se espera que este sistema mejore la seguridad y la eficiencia en los controles fronterizos, aunque también plantea desafíos que deberán ser abordados por los viajeros y las autoridades por igual.