Mónica Naranjo, una de las voces más emblemáticas de la música en español, está celebrando tres décadas de carrera con su gira ‘Greatest Hits Tour’, donde repasa los temas más icónicos de su trayectoria. En una reciente aparición en el pódcast ‘Tengo un plan’, la artista catalana ha compartido reflexiones profundas sobre su vida profesional, sus inicios y los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su carrera.
La cantante, que comenzó su andadura musical en México a la edad de 18 años, se mostró segura de sí misma desde el principio. «Yo sabía lo que iba a pasar. Lo iba a petar», afirmó, destacando que esta confianza se deriva de sus raíces y la educación que recibió en una familia humilde. Mónica ha adoptado una filosofía de vida que ha guiado sus decisiones artísticas, citando una frase del pintor Salvador Dalí: «Guía siempre tu pincel por la pasión». Esta pasión ha sido el motor que la ha impulsado durante sus tres décadas en la industria musical.
Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas. Durante la conversación, Naranjo no dudó en reconocer lo que considera su mayor error profesional: la creación del álbum ‘Chicas Malas’. «Fue un terrible error», confesó sin rodeos. La razón detrás de esta afirmación es que priorizó la ambición y las oportunidades de trabajar con grandes productores sobre su voz interior. «No era yo. Yo ya estaba preparada para hacer ‘Tarántula’, no para hacer otro disco pop», explicó, revelando que esta decisión la llevó a una desconexión profunda con su trabajo.
La artista admitió que no siguió su intuición y que se dejó llevar por las expectativas externas. «No seguí mi intuición porque me mentí a mí misma», dijo, dejando claro el impacto emocional que tuvo esa etapa en su vida. Las consecuencias de esta elección fueron significativas, y Mónica no dudó en calificarlo como «la peor de las hostias». A pesar de este tropiezo, la cantante ha aprendido una valiosa lección: «El éxito no es medible en ventas si traicionas tu propia esencia». Con estas palabras, Mónica Naranjo no solo muestra madurez artística, sino también una firme convicción de que el verdadero éxito va más allá del reconocimiento comercial.
Hoy en día, la artista celebra su trayectoria desde un lugar de autenticidad, reivindicando la importancia de ser fiel a uno mismo, incluso cuando las decisiones difíciles duelen. Su historia es un recordatorio de que, en el mundo del espectáculo, la integridad artística y la conexión con uno mismo son fundamentales para alcanzar una verdadera satisfacción personal y profesional. Mónica Naranjo continúa siendo un referente en la música, no solo por su potente voz, sino también por su capacidad de reflexionar y aprender de sus experiencias, lo que la convierte en una figura inspiradora para muchos.