La Desembocadura del Guadalhorce, un paraje natural de gran importancia ecológica, está experimentando una transformación significativa gracias a las recientes intervenciones de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente. Estas obras, que comenzaron el mes pasado, tienen como objetivo mejorar las condiciones del humedal para las aves que habitan en esta zona, muchas de las cuales son especies vulnerables y protegidas. En este artículo, exploraremos los detalles de estas mejoras y su impacto en la biodiversidad local.
**Intervenciones en el Humedal**
Las obras en la Desembocadura del Guadalhorce se han planificado en dos fases importantes. La primera fase se completó en marzo de 2025, tras iniciar en 2023, y la segunda fase comenzó hace un mes, con una duración estimada de ocho meses. Las intervenciones incluyen la ampliación de las lagunas existentes, la creación de nuevos islotes y el suavizado de las pendientes de las orillas. Estas acciones están diseñadas para hacer el entorno más acogedor para las aves, facilitando su anidación, reproducción y descanso.
El contrato para estas obras asciende a 335.470,09 euros, IVA incluido, y se espera que los plazos de ejecución se acorten para minimizar el impacto en la fauna local. Según fuentes de la Junta, el trabajo se realiza en un momento oportuno, ya que las aves no están en periodo de reproducción ni invernando, lo que permite llevar a cabo las obras sin afectar a las especies que habitan en el humedal.
Uno de los objetivos principales de estas intervenciones es aumentar la capacidad de acogida de las aves en las lagunas. Al suavizar las pendientes de las orillas, se crean nuevos islotes que proporcionan más espacio para que las aves busquen alimento y se refugien. Además, se retirarán escombros y se eliminará un antiguo camino que interfiere con el hábitat natural de las aves. Estas acciones son cruciales para restaurar la funcionalidad ecológica del humedal, que ha sido alterada por actividades humanas en el pasado.
**Biodiversidad y Especies en Peligro**
El humedal de la Desembocadura del Guadalhorce es un ecosistema rico en biodiversidad, albergando una amplia variedad de especies de aves. Entre las más destacadas se encuentran el avetoro común, la cigüeña negra, la gaviota de Audouin y el águila pescadora. Sin embargo, muchas de estas especies están catalogadas como vulnerables o en peligro de extinción, lo que hace que las mejoras en su hábitat sean aún más críticas.
Las lagunas, especialmente la Laguna Grande, presentan características que limitan la capacidad de acogida de las aves. La presencia de barreras y brazos que se adentran en las lagunas facilita la entrada de depredadores terrestres, lo que puede amenazar a las aves en sus islotes de reproducción y descanso. Por lo tanto, las obras no solo buscan ampliar el espacio disponible, sino también mejorar la seguridad de las aves frente a posibles amenazas.
La intervención incluye la creación de cinco nuevos islotes, dos en la Laguna Grande, dos en la Laguna Escondida y uno en el área de Río Viejo. Estos islotes serán cubiertos de grava y cantos rodados, lo que proporcionará un entorno adecuado para las aves. Además, se realizarán tareas de despeje de vegetación y desbroces, lo que permitirá una mejor accesibilidad y uso del hábitat por parte de las especies de fauna.
La historia del humedal también es interesante. Originalmente, la zona era un área de marismas que se inundaban por el levante, pero a lo largo de los años, las actividades humanas, como la agricultura y la extracción de áridos, han transformado el paisaje. Las pozas inundadas que se formaron a partir de estas actividades han dado lugar al humedal que conocemos hoy, que es vital para la conservación de la biodiversidad en la región.
La vegetación típica de este entorno incluye tarajales, carrizos, eneas y juncales de diversas especies, que no solo son importantes para las aves, sino que también contribuyen a la salud general del ecosistema. La intervención en el humedal no solo beneficiará a las aves, sino que también ayudará a restaurar el equilibrio ecológico de la zona, promoviendo un entorno más saludable y sostenible.
Las obras en la Desembocadura del Guadalhorce son un paso significativo hacia la conservación de la biodiversidad y la mejora de los hábitats naturales. Con la colaboración de las autoridades y la comunidad, se espera que este paraje natural se convierta en un refugio aún más seguro y acogedor para las aves y otras especies que dependen de este ecosistema.