Las calles de Marruecos han sido testigos de un movimiento juvenil sin precedentes, liderado por la Generación Z, que ha comenzado a hacer eco de sus demandas desde el pasado 27 de septiembre. Este grupo, conocido como Gen Z 212, ha tomado la iniciativa de protestar por una serie de problemas que afectan a su vida cotidiana, incluyendo la educación, la sanidad y la corrupción gubernamental. Las manifestaciones han crecido en número y en intensidad, reflejando un descontento generalizado que ha llevado a las autoridades a responder con medidas de represión.
**Contexto de las Protestas**
La situación en Marruecos ha sido tensa en los últimos años, con un creciente descontento entre los jóvenes que sienten que sus necesidades no están siendo atendidas. La falta de inversión en educación y sanidad ha sido uno de los principales motores de estas protestas. Los jóvenes exigen reformas que no solo mejoren la calidad educativa, sino que también modernicen los centros de salud y garanticen el acceso a medicamentos asequibles. La muerte de ocho mujeres parturientas en un hospital de Agadir en agosto fue el catalizador que encendió la chispa de la indignación, llevando a la creación del movimiento Gen Z 212.
Las manifestaciones han sido organizadas a través de plataformas digitales, como Discord, donde los jóvenes han podido articular sus demandas y coordinar acciones. Este enfoque digital ha permitido que el movimiento crezca rápidamente, alcanzando casi 40,000 miembros en su comunidad virtual. Las demandas incluyen no solo mejoras en la educación y la sanidad, sino también la lucha contra la corrupción, la justicia social y económica, y la creación de empleo juvenil.
**Reacción de las Autoridades**
La respuesta del gobierno marroquí ha sido contundente. Las autoridades han prohibido las manifestaciones en lugares emblemáticos como la plaza Bab el Had en Rabat, donde la policía antidisturbios ha sido desplegada para dispersar a los manifestantes. Las detenciones han sido numerosas, con más de sesenta jóvenes arrestados en los primeros días de protesta, incluyendo a miembros de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos. Esta represión ha llevado a un aumento de la tensión entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, resultando en enfrentamientos que han dejado a varios heridos.
A pesar de la represión, los jóvenes han continuado organizándose y manifestándose en diferentes ciudades, incluyendo Marrakech, Casablanca y Tánger. Las protestas han sido marcadas por la violencia, con informes de enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, así como daños a la propiedad pública. En algunas ciudades, los disturbios han incluido la quema de contenedores y bloqueos de calles, lo que ha llevado a un aumento de la presencia policial y a una mayor represión.
El gobierno ha expresado su disposición al diálogo, pero muchos jóvenes sienten que sus voces no están siendo escuchadas. La falta de acción concreta por parte de las autoridades ha alimentado la frustración y el deseo de cambio entre la juventud marroquí. La Generación Z está decidida a no ser ignorada y ha dejado claro que sus demandas son legítimas y urgentes.
**El Futuro del Movimiento**
El movimiento Gen Z 212 representa una nueva ola de activismo juvenil en Marruecos, donde los jóvenes están utilizando las herramientas digitales para organizarse y hacer oír sus voces. A medida que las protestas continúan, es probable que veamos un aumento en la participación de otros sectores de la sociedad, incluidos partidos políticos y organizaciones de derechos humanos. La capacidad de este movimiento para mantener su impulso dependerá de su habilidad para articular sus demandas de manera efectiva y de la respuesta del gobierno a sus preocupaciones.
La Generación Z en Marruecos está en un punto de inflexión. Con una población joven que representa una gran parte del país, las demandas de esta generación no pueden ser ignoradas. La lucha por la educación, la sanidad y la justicia social es un reflejo de un deseo más amplio de cambio en la sociedad marroquí. A medida que el movimiento continúa creciendo, el mundo estará observando cómo se desarrolla esta historia y qué impacto tendrá en el futuro de Marruecos.