El panorama financiero español se encuentra en un momento crítico, especialmente en lo que respecta a la oferta pública de adquisición (OPA) que BBVA ha lanzado sobre Banco Sabadell. La situación actual ha generado un clima de incertidumbre entre los inversores, quienes están presionando al BBVA para que mejore su oferta o, en su defecto, que la retire. Esta presión se ha manifestado en la bolsa, donde las acciones del BBVA han experimentado una caída significativa, mientras que las del Sabadell han visto un incremento en su valor.
### La reacción del mercado ante la OPA de BBVA
En la última sesión, BBVA ha perdido un 1,87% de su valor, convirtiéndose en el valor más bajista del índice Ibex 35. En contraste, Banco Sabadell ha registrado un aumento cercano al 1%. Esta dinámica se produce tras el anuncio de BBVA de que mantiene su intención de adquirir el Sabadell, a pesar de las restricciones impuestas por el Gobierno español, que prohíbe cualquier fusión entre ambas entidades durante al menos tres años. Esta prohibición complica la posibilidad de generar sinergias que inicialmente se estimaban en 850 millones de euros.
La situación se complica aún más con la reciente decisión del Sabadell de vender su filial británica, TSB, al Banco Santander, además de la aprobación de un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros que se distribuirá una vez se cierre la transacción. A pesar de estos movimientos, BBVA ha declarado que sigue adelante con la OPA, argumentando que la operación generará valor a largo plazo. Sin embargo, los datos indican que si los accionistas del Sabadell hubieran podido aceptar la oferta de canje, habrían perdido un 8,6% de su inversión, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad de la operación.
### La encrucijada de BBVA y las expectativas de los inversores
Desde la cúpula de BBVA, tanto su presidente, Carlos Torres, como el consejero delegado, Onur Genç, han reiterado que no contemplan una mejora en la oferta actual, que consiste en un canje de acciones y un pequeño pago en efectivo. Sin embargo, los analistas del mercado sugieren que la presión de los inversores podría obligar a BBVA a reconsiderar su postura. Manuel Pinto, un analista de mercados, señala que para cambiar el rumbo de la OPA, BBVA debería mejorar significativamente su oferta, algo que actualmente no parece estar en sus planes.
La prima negativa que se ha generado en torno a la oferta de BBVA ha aumentado las dudas sobre la posibilidad de éxito de la OPA. Desde Alantra, una firma de análisis financiero, se muestran pesimistas respecto al futuro de la operación, sugiriendo que BBVA debería seguir el ejemplo de Unicredit, que retiró su oferta sobre BPM al reconocer que las condiciones del mercado habían cambiado. Esta comparación pone de relieve la necesidad de que BBVA actúe con cautela y evalúe las implicaciones de continuar con una oferta que podría resultar perjudicial para sus accionistas.
La oferta actual de BBVA implica que un accionista del Sabadell recibiría 0,187 acciones del BBVA más 0,13 euros en efectivo por cada acción del Sabadell que posea. Sin embargo, considerando el precio de cierre de ambos bancos, la prima negativa se traduce en una pérdida de valor significativa para los accionistas del Sabadell. Por ejemplo, un inversor que posea 10.000 euros en acciones del Sabadell podría ver reducido su valor a 9.140 euros, lo que representa una pérdida de 860 euros.
La situación actual plantea un dilema para BBVA, que debe equilibrar sus aspiraciones de expansión con la necesidad de mantener la confianza de sus inversores. La presión del mercado y las condiciones impuestas por el Gobierno complican aún más la situación, y muchos analistas creen que si BBVA desea que su oferta sea aceptada, deberá mejorar las condiciones, incorporando un mayor componente de efectivo. Esto no solo ayudaría a mitigar la prima negativa, sino que también podría aumentar la probabilidad de éxito de la OPA.
En resumen, la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell se encuentra en una encrucijada, con la presión del mercado y las condiciones externas jugando un papel crucial en su desarrollo. La respuesta de BBVA a esta situación será determinante no solo para el futuro de la OPA, sino también para la confianza de los inversores en el banco y su capacidad para llevar a cabo operaciones de este tipo en el futuro.