La ciudad de Madrid se encuentra en medio de un intenso debate sobre la memoria histórica y la representación del franquismo en su callejero. A pesar de la aprobación de la Ley de Memoria Democrática en 2022, que busca eliminar símbolos y nombres asociados a la dictadura, la realidad es que muchas calles y monumentos continúan rindiendo homenaje a figuras del régimen franquista. La Plataforma Calles Dignas ha elaborado un catálogo que identifica hasta 58 calles con reminiscencias franquistas, lo que pone de manifiesto la resistencia de estos símbolos en el espacio público.
### La Retirada de Monumentos y Nombres Controversiales
Uno de los casos más emblemáticos es el del busto de José Ibáñez Martín, exministro de Educación durante el franquismo, que fue retirado en 2023. Aunque su retirada fue justificada por razones de seguridad y la posibilidad de restauración, muchos consideran que no fue un acto de justicia histórica. Este busto había estado expuesto durante más de cinco décadas, y su eliminación no fue parte de un esfuerzo más amplio para desmantelar la memoria franquista en la ciudad. En su lugar, aún persisten nombres como la calle del Ministro Ibáñez Martín, que honra a un personaje responsable de la represión educativa durante la dictadura.
La situación se complica aún más con la reciente decisión del Ayuntamiento de Madrid, liderado por José Luis Martínez Almeida, de mantener nombres de calles que fueron recuperados por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Este tribunal dictó que ciertos nombres no exaltaban la sublevación ni la represión, lo que permitió que calles como la del General Millán Astray y la de los Caídos de la División Azul volvieran a ser parte del callejero. Esta decisión ha sido criticada por activistas y defensores de la memoria histórica, quienes argumentan que perpetuar estos nombres es una forma de validar la historia del franquismo.
### La Lucha por la Memoria Histórica
La lucha por la memoria histórica en Madrid no solo se limita a la eliminación de nombres y monumentos. También se extiende a la feminización del callejero, un proyecto que busca reemplazar nombres de figuras franquistas por mujeres que han hecho contribuciones significativas a la sociedad. Aunque se aprobó un plan para cambiar seis calles en el distrito de Latina, el proyecto se ha estancado en la burocracia municipal, lo que ha frustrado a muchos activistas. En lugar de avanzar hacia una representación más equitativa, el Ayuntamiento ha seguido homenajeando a personajes como Darío Gazapo, un golpista en Melilla, y otros altos cargos de la dictadura.
La Plataforma Calles Dignas ha tomado la iniciativa de crear su propio catálogo de vestigios franquistas en la capital, contabilizando no solo calles, sino también centros educativos y espacios comunitarios que aún llevan nombres de figuras del franquismo. Este esfuerzo es un intento de visibilizar la persistencia de estos símbolos y presionar a las autoridades para que actúen en cumplimiento de la Ley de Memoria.
El Gobierno central también ha sido criticado por su falta de acción en la implementación de la Ley de Memoria. A pesar de que la ley exige la elaboración de un catálogo completo de símbolos franquistas, este proceso ha sido lento y poco transparente. Activistas han expresado su frustración por la falta de comunicación y acción por parte de las autoridades, lo que ha llevado a la creación de iniciativas independientes como la de la Plataforma Calles Dignas.
La situación actual en Madrid refleja una lucha más amplia en España sobre cómo lidiar con el legado del franquismo. Mientras algunos sectores de la sociedad abogan por una revisión crítica y la eliminación de símbolos que glorifican la dictadura, otros defienden la preservación de estos nombres como parte de la historia. Esta tensión se manifiesta en el espacio público, donde las calles y monumentos se convierten en campos de batalla simbólicos.
La resistencia a cambiar el callejero de Madrid no solo es un asunto de nombres, sino que también plantea preguntas sobre la identidad colectiva y cómo se recuerda el pasado. La memoria histórica es un tema delicado que toca fibras sensibles en la sociedad española, y la forma en que se aborde este asunto en Madrid podría sentar un precedente para otras ciudades del país.
En este contexto, la Plataforma Calles Dignas continúa su labor de visibilización y denuncia, insistiendo en que no se puede seguir tolerando homenajes a golpistas y cómplices de la dictadura. La lucha por un callejero que refleje los valores democráticos y el respeto por las víctimas del franquismo es un objetivo que sigue vigente en la capital española. La presión social y la movilización ciudadana serán claves para lograr un cambio significativo en la representación del pasado en el presente.