La situación en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes de sufrimiento humano, donde la escasez de alimentos y la violencia se han convertido en parte del día a día de sus habitantes. Aitor Zabalgogeazkoa, coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF), ha compartido su experiencia tras pasar casi dos meses en la Franja, donde ha sido testigo de la devastación y el horror que enfrenta la población palestina. Su relato pone de manifiesto el uso del hambre como arma de guerra por parte de Israel, un hecho que ha sido documentado en un reciente informe de MSF que denuncia la gestión de la ayuda humanitaria en la región.
El informe, titulado «Esto no es ayuda. Es un asesinato orquestado», describe cómo el sistema de distribución de alimentos y medicamentos implementado por Israel, en colaboración con Estados Unidos, ha llevado a una «inanición y deshumanización institucionalizadas». Según Zabalgogeazkoa, el acceso a la comida se ha vuelto un acto de supervivencia, donde los palestinos deben arriesgar sus vidas para obtener lo mínimo necesario para subsistir. «Los soldados israelíes disparan a matar a quienes se acercan a las colas de distribución, especialmente a los jóvenes», afirma, evidenciando la brutalidad del sistema.
### La Escasez de Alimentos y sus Consecuencias
La escasez de alimentos en Gaza es alarmante. La población ha estado sufriendo de desnutrición durante más de 22 meses, con una dieta que carece de proteínas esenciales. Muchos han perdido entre 10 y 15 kilos, y las mujeres, especialmente las embarazadas y lactantes, son las más afectadas. La situación es crítica para los niños, muchos de los cuales ya padecían enfermedades antes de la crisis y ahora enfrentan la muerte sin que se pueda hacer nada por ellos. La rutina diaria de los palestinos se ha transformado en una lucha constante por conseguir comida, donde asaltar camiones de ayuda o hacer largas colas se ha convertido en un trabajo más.
Zabalgogeazkoa describe cómo los jóvenes son los que más se arriesgan al buscar alimentos, ya que son los más fuertes y ágiles. Sin embargo, esta valentía les expone a un peligro inminente, ya que los soldados israelíes están dispuestos a disparar. «La gente pasa la noche esperando en la cola, y si llegas tarde, te quedas sin nada. A las 9:30 ya empiezan a llegar los heridos y muertos», relata, reflejando la desesperación y el miedo que se vive en Gaza.
### La Desesperanza y el Futuro de Gaza
La salud mental de la población en Gaza es igualmente preocupante. La desesperanza se ha apoderado de los habitantes, quienes no ven un futuro cercano que les brinde tranquilidad. Aunque había esperanzas de un alto el fuego, las recientes noticias sobre una nueva ofensiva israelí han desalentado aún más a la población. La falta de perspectivas ha llevado a un estado de agotamiento emocional, donde la vida se ha vuelto insostenible.
Zabalgogeazkoa también menciona las dificultades que enfrentan las agencias humanitarias para operar en Gaza. Los obstáculos burocráticos impuestos por Israel complican la entrega de ayuda, y muchas veces los suministros llegan en condiciones inadecuadas. «Una simple silla de ruedas es considerada de doble uso civil y militar y no se puede importar», explica, ilustrando la absurda situación que enfrentan quienes intentan ayudar. La falta de combustible y medicamentos es una constante, y los hospitales se ven obligados a operar con recursos mínimos, lo que agrava aún más la crisis humanitaria.
La devastación en Gaza es palpable. Zabalgogeazkoa compara la destrucción con la de otras ciudades que han sufrido conflictos, pero destaca que la magnitud de la devastación en Gaza es impactante debido a su confinamiento. «En algunas zonas parece que ha habido un terremoto», dice, reflejando la magnitud del sufrimiento humano. La limpieza étnica y los desplazamientos forzados son parte de una estrategia sistemática que busca hacer la vida insoportable a los palestinos.
La situación en Gaza es un recordatorio de la fragilidad de la vida humana en medio de la guerra. Las historias de sufrimiento y resistencia de sus habitantes son un llamado a la conciencia internacional para que se tomen medidas urgentes que alivien el sufrimiento de un pueblo que ha sido sometido a condiciones inhumanas. La lucha por la supervivencia en Gaza continúa, y con ella, la necesidad de una solución que garantice la dignidad y los derechos de todos sus habitantes.