Indra, la destacada empresa española de tecnología y defensa, ha presentado una oferta vinculante de más de 2 millones de euros para adquirir la planta de calderería pesada de Duro Felguera en Gijón, conocida como ‘El Tallerón’. Esta operación tiene como objetivo transformar las instalaciones para la fabricación de vehículos blindados, un paso significativo en la estrategia de Indra para fortalecer su presencia en el sector de defensa. La propuesta incluye el compromiso de mantener el empleo de aproximadamente 150 trabajadores de la planta y realizar inversiones sustanciales en la infraestructura existente.
La decisión de Indra de adquirir esta planta se produce tras la negativa de General Dynamics European Land Systems, la división de blindados de la compañía estadounidense, de vender su fábrica en Trubia, Asturias. Esta situación ha llevado a Indra a buscar alternativas para expandir sus capacidades en la producción de vehículos militares. Sin embargo, la oferta presentada ha generado cierta controversia, ya que algunos accionistas minoritarios de Duro Felguera consideran que el precio es demasiado bajo, advirtiendo que se opondrán a una venta que consideren «a precio de derribo».
### Estrategia de Crecimiento en el Sector de Defensa
Indra ha delineado un ambicioso plan estratégico que busca consolidar su posición en el mercado de vehículos blindados. Además de la adquisición de El Tallerón, la compañía está en la carrera para hacerse con la división de vehículos militares del grupo italiano Iveco, conocido como Iveco Defence Vehicles. Esta expansión se complementa con la creación de una nueva filial, Indra Land Vehicles, dedicada exclusivamente a la fabricación de blindados. Asimismo, Indra ha tomado el control del consorcio Tess Defence, que incluye a General Dynamics, Sapa Placencia y Escribano Mechanical & Engineering (EM&E).
La planta de Gijón, que abarca 75,000 metros cuadrados, se convertirá en un centro neurálgico para la producción y montaje de vehículos militares, tanto de cadenas como de ruedas. Indra planea implementar cadenas de fabricación que le permitan desarrollar capacidades industriales necesarias para reforzar la soberanía tecnológica y la autonomía estratégica de España y Europa. Este enfoque no solo busca satisfacer las necesidades del mercado interno, sino también posicionar a Indra como un jugador clave en el ámbito internacional de la defensa.
La relación entre la planta de Gijón y el consorcio Tess Defence es un aspecto que aún está por definir, y se espera que evolucione en función de los proyectos que se presenten. Tess Defence ha sido adjudicataria de importantes contratos, como el programa 8×8 Dragón y el Vehículo de Apoyo Cadenas (VAC), ambos valorados en alrededor de 2,000 millones de euros. La capacidad de Indra para integrar estas operaciones en su nueva planta será crucial para el éxito de su estrategia de expansión.
### Implicaciones para el Empleo y la Inversión
Uno de los aspectos más destacados de la oferta de Indra es su compromiso de mantener el empleo en la planta de El Tallerón. En un momento en que Duro Felguera enfrenta dificultades financieras y se encuentra en preconcurso de acreedores, la propuesta de Indra representa una oportunidad para los trabajadores de la planta, quienes podrían ver asegurados sus puestos de trabajo bajo la nueva administración. Este compromiso es fundamental para la comunidad local, que ha estado preocupada por el futuro de la planta y sus empleados.
Además del mantenimiento del empleo, Indra ha prometido realizar inversiones significativas en la planta para modernizar las instalaciones y mejorar la capacidad de producción. Estas inversiones no solo beneficiarán a la empresa, sino que también contribuirán al desarrollo económico de la región, creando un entorno propicio para la innovación y el crecimiento en el sector de defensa.
La adquisición de la planta de Duro Felguera por parte de Indra podría ser un paso decisivo en la consolidación de la industria de defensa en España. Con la creciente demanda de vehículos blindados y la necesidad de fortalecer la capacidad industrial del país, esta operación podría posicionar a Indra como un líder en el sector, capaz de competir en el mercado global.
En resumen, la oferta de Indra para adquirir la planta de Gijón representa una estrategia bien pensada para expandir sus capacidades en el sector de defensa, al tiempo que se compromete a mantener el empleo y realizar inversiones significativas. A medida que la situación se desarrolla, será interesante observar cómo se concretan estos planes y qué impacto tendrán en la industria de defensa en España y Europa.