Un reciente estudio psicológico ha puesto de manifiesto las graves secuelas que la violencia sistemática ejercida por Marruecos ha dejado en la población saharaui, especialmente en las mujeres. Esta investigación, realizada por un equipo de expertos de varias universidades españolas, se centra en las experiencias de activistas saharauis que han vivido en el territorio ocupado por Marruecos en el Sáhara Occidental. La evaluación se llevó a cabo en un contexto marcado por la reanudación de la guerra en 2020 entre el Frente Polisario y el Ejército marroquí, lo que ha intensificado la represión y el sufrimiento de esta población.
La investigación, que fue aprobada por la Comisión Ética de la Universidad Complutense de Madrid, se publicó en la Revista de Victimología. Su objetivo era analizar la violencia sufrida por los activistas saharauis y la sintomatología postraumática resultante, que afecta gravemente a su salud mental. Para ello, se realizaron entrevistas a 30 personas, de las cuales 23 eran mujeres, todas ellas con edades comprendidas entre los 18 y 65 años, que habían sido detenidas entre noviembre de 2020 y junio de 2021.
Los resultados del estudio son alarmantes. El 100% de los encuestados reportó haber sufrido amenazas y humillaciones durante su detención, y casi todos, salvo uno, fueron golpeados y pateados. Además, una cuarta parte de los participantes mencionó haber estado expuesta a condiciones antihigiénicas, hambre, privación de sueño y otros tratos crueles. Algunos incluso relataron haber experimentado intentos de asfixia y simulacros de ejecución. Estas experiencias han dejado una huella profunda en su salud mental, con un 76,7% de los evaluados reviviendo constantemente los episodios traumáticos y un 36,7% sufriendo pesadillas relacionadas con esos eventos.
### La Violencia de Género en el Contexto Saharaui
El estudio también destaca que las mujeres saharauis son las que más sufren en este contexto de violencia. Las investigadoras han encontrado que las mujeres enfrentan formas particulares de violencia, incluyendo acoso sexual y presión ejercida a través de sus hijos. Algunos testimonios revelan episodios de violación y mutilación de genitales durante las detenciones. Una de las mujeres evaluadas relató: «Me golpearon, sufrí tortura en las mamas y sufrí acoso sexual». Otra mujer mencionó que a sus hijos se les había negado la escolarización debido a su orientación política.
La profesora Marta Guarch, una de las autoras del estudio, explica que la violencia de género se convierte en un arma de guerra en este contexto, donde ser mujer implica una mayor predisposición a sufrir abusos. La violencia no solo afecta a las víctimas directas, sino que también tiene un impacto colateral en sus familias, quienes sufren las consecuencias de la represión y el aislamiento social.
El estudio concluye que la población saharaui que defiende su identidad en los territorios ocupados por Marruecos experimenta una victimización múltiple y acumulativa. Esto incluye la violencia directa, el trato institucional posterior y el aislamiento social forzado, que desmantela las redes de apoyo comunitario. La violencia política busca generar un efecto disuasorio en las comunidades afectadas, y el patrón de castigo colectivo es evidente en la estrategia del Estado marroquí para lograr la marroquinización de la población saharaui.
### La Necesidad de Acción Internacional
Los autores del estudio subrayan que los datos obtenidos documentan formas sofisticadas y persistentes de represión política en el Sáhara Occidental, lo que exige una actuación urgente por parte de la comunidad internacional. La profesora Guarch enfatiza que la salud mental de la población saharaui está interconectada, y lo que ocurre en los territorios ocupados genera tensión y miedo incluso en los campamentos de refugiados en Tinduf, Argelia, donde miles de saharauis viven en condiciones difíciles desde hace más de 50 años.
La investigación también resalta la falta de estudios sobre la situación del pueblo saharaui, a pesar de la gravedad de la violencia que enfrentan. La profesora Guarch lamenta que, en comparación con otras comunidades oprimidas, son pocos los trabajos que se han realizado sobre el pueblo saharaui, lo que limita la visibilidad de su sufrimiento y la posibilidad de promover acciones de justicia y reparación.
El estudio se llevó a cabo a petición del Observatorio Aragonés para el Sáhara Occidental, con el objetivo de visibilizar la situación de violencia y vulneración de derechos humanos que se produce en el Sáhara Occidental. La investigación pone de relieve la importancia de seguir documentando y visibilizando la violencia política en este contexto, así como la necesidad de desarrollar estrategias internacionales de denuncia y protección de los derechos humanos. La utilización de la tortura como herramienta de control social es un patrón que se ha repetido en distintos contextos geopolíticos, lo que refuerza la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva por parte de la comunidad internacional.