En Alhaurín de la Torre, la reciente implementación de una nueva tasa de basura ha generado un gran descontento entre autónomos y pequeños empresarios. Esta medida, que se enmarca dentro de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, ha llevado a muchos a cuestionar la viabilidad de sus negocios ante el aumento de la carga impositiva. La tasa, que puede superar los 3.600 euros anuales para algunos establecimientos, se ha convertido en un tema candente en la comunidad local.
### Un Aumento Significativo en los Costos
La nueva tasa de basura ha sido recibida con sorpresa y frustración por parte de los propietarios de pequeños negocios. Por ejemplo, un gimnasio en el polígono de Alhaurín de la Torre ha recibido un recibo trimestral de 913 euros, lo que representa una carga financiera considerable para un negocio que, según su propietario, genera una cantidad mínima de residuos. Este sentimiento de injusticia se repite entre otros comerciantes, quienes consideran que la tasa es desproporcionada y no refleja la realidad de sus operaciones diarias.
María Luisa Sánchez, dueña de un restaurante, también ha expresado su preocupación. Ella ha sido notificada de un cargo similar, argumentando que la tasa se basa en la superficie total de su local, en lugar de la cantidad real de residuos que genera. Este enfoque ha llevado a muchos a cuestionar la equidad del sistema, ya que sienten que están siendo penalizados sin justificación adecuada.
La situación es aún más complicada para aquellos que operan en locales alquilados. Mónica Aguilar, propietaria de una óptica, ha recibido una factura de 170 euros por el primer trimestre, a pesar de que su negocio genera muy pocos residuos. Esta discrepancia ha llevado a muchos a buscar asesoramiento legal y a considerar acciones colectivas para presionar al gobierno local a revisar la tasa.
### Reacciones y Posibles Cambios
El descontento ha llevado a los concejales de la oposición a presentar mociones en el pleno municipal, buscando alternativas que no afecten tanto a los pequeños negocios. Los socialistas, en particular, han argumentado que la tasa es lesiva para el bolsillo de los ciudadanos y han instado al gobierno local a explorar otras soluciones que sean más justas y equitativas.
El concejal de Economía y Hacienda, José Manuel de Molina, ha defendido la necesidad de esta tasa como un cumplimiento de la normativa estatal y europea. Sin embargo, ha reconocido que la implementación inicial ha sido problemática y que se realizarán revisiones para ajustar las cantidades cobradas. Esta promesa de revisión ha sido recibida con escepticismo por parte de muchos empresarios, quienes temen que las soluciones propuestas no sean suficientes para aliviar la carga financiera que enfrentan.
Además, se ha señalado que la tasa se basa en un estudio que clasifica a los negocios en diferentes grupos según la cantidad de residuos que generan. Sin embargo, muchos propietarios argumentan que este sistema no refleja la realidad de sus operaciones y que se deben considerar factores más específicos para calcular las tasas de manera justa.
La situación ha llevado a un creciente malestar entre los autónomos y pequeños empresarios, quienes sienten que están siendo tratados injustamente por un sistema que no toma en cuenta las particularidades de cada negocio. La presión para que se realicen cambios es palpable, y muchos están dispuestos a luchar por una revisión que permita una carga impositiva más razonable y acorde con la realidad de sus actividades comerciales.
En resumen, la nueva tasa de basura en Alhaurín de la Torre ha desatado una ola de críticas y protestas entre los pequeños negocios y autónomos. La necesidad de un sistema más justo y equitativo es evidente, y la comunidad espera que las autoridades locales tomen medidas para abordar estas preocupaciones antes de que la situación se agrave aún más.