Iberdrola ha presentado sus resultados financieros correspondientes al primer semestre del año, revelando un beneficio neto de 3.562,2 millones de euros. Este resultado, aunque representa una caída del 13,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior, se debe principalmente a las plusvalías extraordinarias obtenidas por la venta de activos en México en el ejercicio anterior. A pesar de esta disminución, la compañía ha reafirmado sus objetivos para el año, anticipando un crecimiento de dos dígitos en el beneficio neto para 2025.
### Desempeño Financiero y Proyecciones
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola alcanzó los 8.286,9 millones de euros a finales de junio, lo que también representa una disminución del 13,8%. Sin embargo, si se excluyen las plusvalías de la desinversión de activos del año pasado, el beneficio neto de la compañía habría crecido un 20% y el Ebitda un 5%. Esta tendencia positiva se sustenta en un crecimiento significativo de los activos regulados, que ha superado el 10%, gracias a marcos regulatorios favorables en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil, así como la integración de la empresa británica ENW.
Iberdrola ha reiterado sus perspectivas para el conjunto del ejercicio, destacando que el crecimiento del Ebitda recurrente del 5% se debe a un sólido desempeño operativo en el negocio de Redes. Este segmento ha experimentado un crecimiento del 31%, representando el 52% del Ebitda total de la compañía. Además, el 82% del resultado bruto de explotación proviene de países con alta calificación crediticia, lo que refuerza la estabilidad financiera de la empresa.
### Inversiones y Estrategia de Crecimiento
En cuanto a las inversiones, Iberdrola ha reportado un aumento orgánico del 7% en el primer semestre, alcanzando un total de 5.661,7 millones de euros. De esta cifra, el negocio de Redes ha recibido el 54% de las inversiones, con un incremento del 14%, lo que equivale a 3.081,9 millones de euros. En el último año, la compañía ha realizado inversiones récord de 17.300 millones de euros, consolidando su posición en el mercado energético.
La compañía también ha identificado un aumento en las oportunidades de inversión, con 14.000 millones de euros previstos bajo el marco regulatorio RIIO-T3 entre 2026 y 2031. Además, se anticipa una inversión de 15.000 millones de euros en los marcos regulatorios de Nueva York y Maine durante el mismo periodo. En el sector de energías renovables, Iberdrola ha invertido 2.155,2 millones de euros, de los cuales más del 60% se destinaron a proyectos en Reino Unido y Estados Unidos, y el 40% a energía eólica marina.
Los proyectos de eólica marina han avanzado significativamente, con construcciones en Estados Unidos (Vineyard Wind 1, 806 MW), Reino Unido (East Anglia 3, 1.397 GW y East Anglia 2, 960 MW) y Alemania (Windanker, 315 MW). La compañía prevé que cerca de 1.400 MW entren en operación en la segunda mitad del año, lo que contribuirá a su crecimiento continuo.
Iberdrola también ha firmado contratos de venta de energía por 4,7 teravatios hora (TWh) en los últimos 12 meses, y cuenta con reservas hidroeléctricas en máximos históricos, con nueve TWh disponibles, lo que optimiza la gestión del almacenamiento. En cuanto a su deuda, la compañía ha logrado reducirla en 3.000 millones de euros en el segundo trimestre, situándose alrededor de los 52.000 millones de euros, gracias a su política de rotación de activos y alianzas estratégicas.
La retribución a los accionistas también ha sido un foco importante, con un incremento en la remuneración hasta los 0,645 euros por acción, con un dividendo complementario de 0,409 euros por acción programado para el 24 de julio. Este enfoque en la retribución a los accionistas refleja la solidez financiera de Iberdrola y su compromiso con el crecimiento sostenible en el futuro.