El rey Felipe VI ha comenzado su agenda institucional en Mallorca con una serie de reuniones que abordan temas cruciales para la comunidad autónoma. En un contexto donde la sostenibilidad, el turismo y la baja natalidad son preocupaciones primordiales, el monarca se ha reunido con diversas autoridades locales para discutir estos retos. La presidenta del Govern, Marga Prohens, fue la primera en recibir al Rey en el Palacio Real de la Almudaina, donde le presentó el documento titulado ‘Bases de la agenda por la transición’, resultado del Pacto por la Sostenibilidad. Este documento contiene más de 500 propuestas que serán analizadas en la siguiente fase del proyecto.
Durante la reunión, Prohens destacó la importancia de encontrar un equilibrio entre el crecimiento económico y la gestión sostenible del turismo, un tema que ha cobrado relevancia en las islas debido al aumento de visitantes y la presión sobre los recursos locales. La presidenta del Govern subrayó que Felipe VI tiene un profundo conocimiento de los desafíos que enfrenta Baleares, lo que le permite comprender mejor las necesidades de la región.
El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, también participó en la ronda de encuentros, centrándose en el reto demográfico que enfrenta el archipiélago. Le Senne advirtió sobre el bajo índice de natalidad y cómo esto podría poner en peligro la continuidad de la población isleña. Esta preocupación se alinea con la superpoblación que mencionó Prohens, creando un dilema que requiere atención inmediata. Además, el presidente del Parlament hizo referencia a su situación judicial relacionada con un incidente que ha generado controversia, pero enfatizó que el Rey mantiene una actitud comprensiva y escucha a todos los involucrados.
La conversación sobre el reto demográfico continuó durante la recepción al alcalde de Palma, Jaime Martínez, quien aprovechó la oportunidad para invitar al Rey a una exposición sobre Joan Miró. Esta invitación no solo resalta la importancia cultural de la figura de Miró, sino que también refuerza el objetivo de Palma de convertirse en una ciudad cultural europea. El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, cerró la serie de audiencias, enfatizando la necesidad de priorizar la calidad del turismo en un territorio limitado y la lucha contra la oferta turística ilegal. Galmés también informó al Rey sobre la tramitación de una ley destinada a limitar la entrada de vehículos a Mallorca, similar a las regulaciones existentes en Formentera e Ibiza, como parte de los esfuerzos por promover la sostenibilidad.
Después de las reuniones, Felipe VI se dirigió a la base naval militar de Porto Pi, donde se embarcó en el Aifos para participar en la 43.ª edición de la Copa del Rey MAPFRE. Este evento deportivo es una tradición en la que el Rey ha estado involucrado, y su participación resalta la importancia de la vela y la náutica en la cultura española. Mientras tanto, la reina Letizia también ha estado activa en sus compromisos, presidiendo la reunión anual del Instituto Cervantes en la Universidad de La Laguna, en Tenerife. Se espera que ambos se reúnan en Mallorca para continuar con sus actividades oficiales, que culminarán en Marivent con una recepción a representantes de la sociedad mallorquina, un evento que contará con la presencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía.
La agenda de Felipe VI en Mallorca no solo refleja su compromiso con la comunidad, sino que también pone de manifiesto la necesidad de abordar temas críticos que afectan a la región. La sostenibilidad y el reto demográfico son cuestiones que requieren un enfoque colaborativo entre las autoridades locales y el gobierno central. A medida que la presión sobre los recursos naturales y la infraestructura turística aumenta, es fundamental que se implementen estrategias efectivas para garantizar un futuro sostenible para las Islas Baleares. La participación activa del Rey en estos diálogos es un paso hacia la búsqueda de soluciones que beneficien tanto a los residentes como a los visitantes, asegurando que la belleza y la riqueza cultural de Mallorca se preserven para las generaciones futuras.