La reciente aprobación del Plan E1 por parte del gobierno israelí ha generado una gran preocupación en torno a la viabilidad de un futuro Estado palestino. Este proyecto, que contempla la construcción de miles de viviendas en Cisjordania, no solo amenaza con dividir el territorio palestino, sino que también podría ser un preludio a la anexión definitiva de esta región. La situación es alarmante, y las voces de expertos y activistas se alzan para advertir sobre las consecuencias devastadoras que este plan podría acarrear.
### La Amenaza del Proyecto E1
El Plan E1, anunciado por el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, busca conectar Ma’ale Adumim con Jerusalén, un movimiento que, según críticos, elimina cualquier posibilidad de una solución de dos Estados. Este proyecto incluye la construcción de 3.401 viviendas, la mayoría de las cuales se ubicarán entre Jerusalén y Ma’ale Adumim, donde ya residen decenas de miles de colonos. La construcción de nuevos asentamientos no solo bloqueará la expansión urbana palestina, sino que también facilitará el control israelí sobre la región.
Uno de los aspectos más preocupantes del Plan E1 es la creación de lo que muchos palestinos han denominado la «carretera del apartheid». Este sistema vial aislará a miles de palestinos, limitando su movilidad y acceso a servicios básicos. La nueva carretera cortará la conexión entre Jerusalén y Cisjordania, atrapando a la población palestina en un territorio fragmentado y sin salida. Yonatan Mizrachi, codirector del proyecto Settlement Watch, señala que esta situación no solo afectará la vida cotidiana de los palestinos, sino que también tendrá repercusiones económicas significativas, dificultando el comercio y el movimiento de bienes.
Raquel Martí, directora de UNRWA España, advierte que la división de Cisjordania en dos partes, norte y sur, hará imposible la viabilidad de un Estado palestino. La reconstrucción de asentamientos y la creación de infraestructuras que favorecen a los colonos israelíes están diseñadas para eliminar cualquier posibilidad de un futuro Estado palestino, un objetivo que Smotrich ha dejado claro en sus declaraciones.
### Un Proyecto Resucitado en un Contexto Internacional Favorable
El Plan E1 no es un concepto nuevo; ha estado en la agenda del gobierno israelí desde la década de 1990. Sin embargo, su implementación ha sido intermitente, paralizada por la oposición tanto interna como internacional. La reciente aprobación del plan se produce en un contexto donde el apoyo de figuras políticas como Donald Trump ha facilitado la reactivación de proyectos coloniales en la región. La atención mediática y la presión internacional se han centrado en la Franja de Gaza, lo que ha permitido que el Plan E1 avance sin el mismo nivel de escrutinio.
Desde su reactivación en 2020, el proyecto ha sido impulsado por un gobierno israelí que busca consolidar su control sobre Cisjordania. La estrategia parece ser la de maximizar la cantidad de territorio bajo control israelí mientras se minimiza la presencia palestina. Saida Ghodaieh, presidenta de la Asociación Hispano-Palestina Jerusalén, señala que la falta de continuidad territorial en Cisjordania ha llevado a una situación en la que las comunidades palestinas están cada vez más aisladas y vulnerables.
A pesar de las advertencias de organizaciones internacionales y de la Corte Internacional de Justicia, que ha declarado que las políticas de Israel en los territorios ocupados violan el derecho internacional, el gobierno israelí continúa con su agenda de expansión. La situación en Cisjordania se ha deteriorado significativamente, con un aumento en la violencia y la represión contra la población palestina. Según informes recientes, miles de palestinos han sido desplazados forzosamente, y las fuerzas israelíes han llevado a cabo numerosas demoliciones de viviendas y destrucción de tierras agrícolas.
La escalada de violencia en Cisjordania ha sido alarmante desde los ataques de Hamás en octubre de 2023, lo que ha llevado a una intensificación de las operaciones militares israelíes en la región. La represión ha aumentado, y las comunidades palestinas se enfrentan a un futuro incierto, marcado por la violencia y la falta de recursos. Las políticas de ocupación y control han creado un ambiente de desesperación y sufrimiento, donde la población palestina se siente atrapada en su propio territorio.
El Plan E1, por lo tanto, no es solo un proyecto de construcción; es un símbolo de la lucha por la tierra y la autodeterminación. La comunidad internacional debe prestar atención a los desarrollos en Cisjordania y actuar para proteger los derechos de los palestinos. La paz en la región depende de la capacidad de los palestinos para vivir en un Estado soberano y viable, y el Plan E1 representa un obstáculo significativo en ese camino.