El Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO), un organismo del Consejo de Europa, ha emitido un informe que pone en evidencia la falta de acción del Gobierno español en la lucha contra la corrupción. Este informe, que ha sido postergado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, destaca la ausencia de medidas decisivas y resultados tangibles desde que se emitieron recomendaciones en 2019. A pesar de que el Gobierno menciona varias reformas a nivel subnacional, el GRECO subraya que no se han realizado cambios significativos a nivel estatal, que es el foco de su evaluación.
### Recomendaciones Ignoradas
Una de las principales críticas del informe es la falta de avances en la regulación de los grupos de interés o ‘lobbies’. El GRECO había recomendado a España que se implementara una normativa que obligara a hacer públicas las agendas de los lobistas y los altos cargos, pero hasta la fecha, esta recomendación no ha sido cumplida. Además, el organismo ha señalado que el régimen aplicable a los asesores políticos no ha sido reforzado, lo que significa que las exigencias de transparencia e integridad no se equiparan a las de los altos cargos con funciones ejecutivas.
El Gobierno ha presentado el Plan de Acción para la Democracia, que incluye algunas iniciativas en esta dirección, como la obligación de buena reputación y formación adecuada para los asesores. Sin embargo, el GRECO ha indicado que la ley que regula estas medidas aún no ha sido aprobada por el Consejo de Ministros, lo que impide su evaluación y cumplimiento.
### La Corrupción en el Entorno de Sánchez
El informe también pone de relieve la situación del entorno familiar del presidente Sánchez, quien enfrenta múltiples investigaciones relacionadas con la corrupción. Su esposa, Begoña Gómez, está bajo la lupa por presuntos delitos de tráfico de influencias, mientras que su hermano, David Sánchez, se enfrenta a un juicio por tráfico de influencias y prevaricación debido a su contratación en la Diputación de Badajoz. Este caso ha suscitado preocupación sobre la capacidad de influencia del presidente en los miembros de su partido que otorgaron la plaza a su hermano.
Además, el fiscal general del Estado y la fiscal jefe provincial de Madrid están siendo investigados por la filtración de información confidencial, lo que ha llevado a que se les pida entre cuatro y seis años de prisión. La situación se complica aún más con el ‘caso Koldo’, que investiga presuntos cobros ilegales en contratos de compra de mascarillas durante la pandemia, revelando una red de enchufes en empresas públicas y amaños en obras.
El caso de Jésica Rodríguez, pareja del exministro José Luis Ábalos, es otro ejemplo de la corrupción que ha salpicado al Gobierno. Rodríguez fue contratada por empresas públicas, pero nunca llegó a trabajar, a pesar de recibir un salario mínimo interprofesional. Este tipo de prácticas han llevado a la UCO a investigar a varios miembros del PSOE, incluyendo a Santos Cerdán, quien ha sido acusado de cobrar comisiones a cambio de adjudicaciones de obra pública.
La situación actual del Gobierno de Sánchez es crítica, ya que enfrenta no solo la presión del GRECO, sino también la creciente desconfianza de la ciudadanía ante la corrupción. La falta de acciones concretas y efectivas para abordar estas problemáticas podría tener repercusiones significativas en el futuro político del presidente y su partido. La presión internacional y la opinión pública están cada vez más atentas a cómo se manejarán estos casos y si se implementarán las reformas necesarias para restaurar la confianza en las instituciones.
En resumen, el informe del GRECO es un llamado de atención para el Gobierno español, que debe tomar medidas decisivas para combatir la corrupción y cumplir con las recomendaciones internacionales. La falta de acción no solo afecta la reputación del Gobierno, sino que también pone en riesgo la integridad del sistema democrático en España.