La reciente decisión del Gobierno español de publicar un catálogo de elementos franquistas que serán retirados o resignificados ha generado un amplio debate en la sociedad. Esta medida, anunciada por el presidente Pedro Sánchez, se enmarca dentro de la Ley de Memoria Democrática, que busca abordar el legado del franquismo en el país. El catálogo, que se espera esté disponible antes de finales de noviembre, incluirá no solo monumentos y placas, sino también nombres de calles y pueblos que evocan la dictadura.
La Ley de Memoria Democrática, aprobada en 2022, establece que el Estado debe colaborar con las comunidades autónomas y otras administraciones públicas para elaborar este catálogo. Además, se contempla la posibilidad de incluir elementos que sean solicitados por las víctimas del franquismo y sus familias. Este enfoque participativo busca garantizar que la memoria histórica sea tratada de manera justa y representativa.
### Elementos Franquistas en el Catálogo
Uno de los elementos más emblemáticos que se incluirá en el catálogo es el Valle de Cuelgamuros, conocido como el Valle de los Caídos, que es considerado el mayor monumento franquista en España. Este lugar ha sido objeto de controversia durante años y su resignificación se llevará a cabo a través de un concurso internacional de ideas, cuyo ganador se anunciará en noviembre. Además de este monumento, se espera que otros símbolos del franquismo, como el Arco de la Victoria en Madrid y el Monumento a Franco en Santa Cruz de Tenerife, también sean parte del listado.
La recopilación de elementos franquistas ha sido una tarea llevada a cabo hasta ahora por comunidades autónomas y por iniciativas privadas. Un ejemplo de esto es la página web deberiadesaparecer.com, que ha mapeado alrededor de 6,000 elementos franquistas en todo el país. Este esfuerzo ha permitido visibilizar la magnitud del legado franquista, que incluye monumentos de gran altura y otros símbolos que aún permanecen en el espacio público.
### Nombres de Calles y Pueblos
El catálogo no solo se limitará a monumentos y placas, sino que también abordará la problemática de los nombres de calles y pueblos que evocan el franquismo. Actualmente, existen alrededor de seis pueblos en España que llevan nombres relacionados con la dictadura, como Llanos del Caudillo y Alberche del Caudillo. La existencia de estos nombres ha sido objeto de críticas, y muchos consideran que su permanencia es un recordatorio doloroso de un pasado que debería ser superado.
El abogado Eduardo Ranz, experto en memoria democrática, ha señalado que la falta de sanciones por parte del Gobierno contra estos elementos es preocupante. Según él, no es necesario esperar a la aprobación del catálogo para aplicar la ley de memoria, ya que las administraciones públicas deberían actuar de inmediato para eliminar estos símbolos. Sin embargo, la situación se complica cuando se trata de nombres de calles, ya que algunas decisiones judiciales han permitido que ciertos nombres se mantengan, a pesar de las solicitudes de cambio.
La Ley de Memoria Democrática establece que todos los elementos que hagan una exaltación del franquismo deben ser considerados contrarios a la memoria democrática. Esto incluye no solo monumentos y placas, sino también referencias en topónimos y denominaciones de centros públicos. Sin embargo, la ley también contempla excepciones para aquellos elementos que tengan valor arquitectónico o artístico, lo que ha generado un debate sobre cómo se debe abordar la resignificación de estos símbolos.
### Retos y Oportunidades
La creación de este catálogo representa un paso significativo hacia la reconciliación con el pasado en España. Sin embargo, también plantea desafíos importantes. La resistencia de algunos sectores de la sociedad a eliminar estos símbolos y nombres puede dificultar la implementación de la ley. Además, la necesidad de encontrar un equilibrio entre la preservación del patrimonio cultural y la eliminación de símbolos que glorifican un régimen opresor es un tema delicado que requerirá un enfoque cuidadoso.
La resignificación de los monumentos y nombres de calles puede ofrecer una oportunidad para educar a las nuevas generaciones sobre la historia de España y los horrores del franquismo. Incluir placas explicativas o reinterpretaciones artísticas puede ayudar a transformar estos espacios en lugares de memoria y reflexión, en lugar de simples recordatorios de un pasado doloroso.
A medida que se acerca la fecha de publicación del catálogo, la sociedad española se encuentra en un momento crucial para abordar su historia. La retirada de elementos franquistas no solo es un acto simbólico, sino también un paso hacia la construcción de una memoria colectiva que reconozca y respete a todas las víctimas de la dictadura. La implementación efectiva de la Ley de Memoria Democrática podría marcar un antes y un después en la forma en que España enfrenta su pasado y construye su futuro.