La resistencia a los antibióticos se ha convertido en una de las crisis sanitarias más apremiantes del siglo XXI. Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha hecho un descubrimiento alarmante: el gen npmA2, que confiere resistencia a los antibióticos, se ha diseminado globalmente, afectando a humanos, animales y el medio ambiente. Este hallazgo, publicado en la revista Nature Communications, ha sido el resultado de un esfuerzo colaborativo que incluye a instituciones de renombre como el Instituto Sanger en el Reino Unido y el Instituto Pasteur en París.
### La Extensión del Gen npmA2
El gen npmA2 fue identificado por primera vez en 2003 en Japón, en bacterias Escherichia coli en una Unidad de Cuidados Intensivos. Sin embargo, su presencia había permanecido en gran medida desconocida hasta ahora. Según Bruno Gonzalez-Zorn, director del estudio y jefe de la Unidad de Resistencia Antimicrobiana de la UCM, el análisis de casi dos millones de muestras bacterianas ha revelado que este gen actúa como un «pasaporte genético», permitiendo que las bacterias lo transporten de una especie a otra, aumentando así su patogenicidad.
Este fenómeno es particularmente preocupante porque el npmA2 no solo se ha encontrado en E. coli, sino que también ha sido detectado en Clostridioides difficile, un patógeno conocido por causar infecciones intestinales graves. La capacidad del npmA2 para integrarse en otras bacterias, como Enterococcus faecium, que tiene una alta tasa de mortalidad en infecciones sistémicas, plantea un desafío significativo para la salud pública. La resistencia a los antibióticos se convierte en un problema aún más grave cuando se considera que las bacterias que portan este gen ya son resistentes a otros tratamientos.
### La Pandemia Silenciosa de la Resistencia Antibiótica
La resistencia a los antibióticos es a menudo descrita como una «pandemia silenciosa». Según datos de Naciones Unidas, cada año mueren aproximadamente 1,2 millones de personas en todo el mundo debido a infecciones resistentes a los antibióticos. En España, alrededor de 20,000 muertes anuales se atribuyen a esta causa, una cifra que supera en casi 20 veces los fallecimientos por accidentes de tráfico. Esta situación se agrava por la falta de nuevos antibióticos en el mercado; han pasado más de 30 años desde que se descubrió una nueva clase de estos medicamentos.
Gonzalez-Zorn señala que la falta de rentabilidad para las farmacéuticas en el desarrollo de nuevos antibióticos es un factor clave en esta crisis. La mayoría de los antibióticos son medicamentos relativamente baratos, lo que desincentiva la inversión en investigación y desarrollo. A pesar de los esfuerzos de la Unión Europea por fomentar la colaboración público-privada para la creación de nuevos tratamientos, la rápida expansión del gen npmA2 exige medidas urgentes y efectivas.
Los investigadores advierten que es crucial implementar estrategias de prevención y control, así como mejorar la vigilancia del uso de antibióticos. Esto incluye la promoción de la vacunación, el control del uso de antibióticos en la medicina veterinaria y humana, y la educación sobre la importancia de prácticas de higiene, como el lavado de manos. Gonzalez-Zorn enfatiza que si no se toman medidas inmediatas, podríamos regresar a una era en la que infecciones comunes se conviertan en mortales.
El descubrimiento del gen npmA2 y su capacidad para diseminarse entre diferentes especies bacterianas subraya la necesidad de una respuesta global coordinada. La comunidad científica, los gobiernos y las organizaciones de salud deben trabajar juntos para abordar esta crisis, que amenaza no solo la salud individual, sino también la salud pública en su conjunto. La resistencia a los antibióticos no es solo un problema médico; es un desafío que requiere un enfoque multifacético y una acción inmediata para proteger a las generaciones futuras de una crisis sanitaria aún más grave.