El reciente fracaso de la oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre el Banco Sabadell ha generado una ola de reacciones en el ámbito político y empresarial en Catalunya. La operación, que buscaba fusionar dos de las entidades bancarias más importantes del país, no logró alcanzar el mínimo del 30% de aceptación requerido, quedándose en un 25%. Este desenlace ha sido recibido con satisfacción por parte de diversos actores políticos y económicos, quienes ven en el fracaso una oportunidad para fortalecer el sistema bancario catalán.
La OPA del BBVA, que se había presentado como una estrategia para consolidar su posición en el mercado, ha sido considerada por muchos como un intento de desmantelar la identidad financiera de Catalunya. El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, expresó su sorpresa ante el resultado y destacó que la respuesta de los accionistas institucionales fue más contundente de lo esperado. En sus declaraciones, Oliu subrayó que el fracaso de la OPA es un triunfo de la sociedad civil y de las instituciones que apoyan la banca local.
### Reacciones Políticas y Empresariales
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, fue uno de los primeros en reaccionar al anuncio del fracaso de la OPA. A través de un mensaje en la red social X, Illa instó a mirar hacia adelante y defendió la necesidad de un sistema bancario que se adapte a las realidades económicas de Catalunya. Para él, el Banco Sabadell representa una entidad que responde eficazmente a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas, que son el motor de la economía catalana.
Por su parte, la consellera de Economía, Alícia Romero, también celebró el resultado, afirmando que los accionistas del Sabadell han optado por una banca más cercana y sensible a las necesidades locales. Esta postura fue respaldada por las patronales catalanas, como Foment del Treball y Pimec, que consideraron el resultado como una buena noticia para el tejido empresarial de Catalunya. Foment del Treball, en un mensaje contundente, afirmó que Catalunya necesita un polo financiero como el Sabadell para liderar la economía española.
El rechazo a la OPA también fue celebrado por líderes políticos de diferentes partidos. Oriol Junqueras, presidente de ERC, calificó el fracaso como una buena noticia para Catalunya y para sus trabajadores. En la misma línea, Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat en el exilio, destacó que el intento de acabar con el sistema bancario catalán había fracasado, lo que representa una victoria para la economía local.
### La Respuesta del BBVA y el Gobierno
El BBVA, por su parte, ha reconocido la sorpresa ante el resultado de la OPA. A pesar de la decepción, el presidente de la entidad, Carlos Torres, afirmó que el banco mira hacia el futuro con confianza y entusiasmo. En un comunicado, Torres destacó que el BBVA cuenta con un equipo comprometido y una hoja de ruta clara para seguir creciendo y creando valor para sus accionistas y clientes. Sin embargo, el impacto inmediato en el mercado fue notable, con una caída del 6% en las acciones del Banco Sabadell y un aumento superior al 10% en las del BBVA tras el anuncio del fracaso.
Desde el Gobierno central, se mostró un respeto total por la decisión de los accionistas del Banco Sabadell. El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa destacó la actuación de los supervisores y autoridades que participaron en la operación, reafirmando su compromiso con un sistema financiero estable y competitivo.
Los sindicatos también se han pronunciado sobre el tema. CCOO y UGT de Catalunya expresaron su alivio al evitarse la posible destrucción de miles de puestos de trabajo que podría haber resultado de la fusión. La secretaria general de CCOO, Belén López, enfatizó la necesidad de centrarse en los problemas reales de los trabajadores, en lugar de en las disputas entre banqueros. López había manifestado su oposición a la OPA desde el principio, argumentando que podría haber acelerado la concentración bancaria en el país.
En resumen, el fracaso de la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell ha generado un amplio consenso en Catalunya sobre la importancia de mantener un sistema bancario local fuerte y adaptado a las necesidades de su economía. Las reacciones de los líderes políticos, empresariales y sindicales reflejan un deseo de avanzar hacia un modelo financiero que priorice la proximidad y la sensibilidad hacia las realidades locales, en lugar de la concentración y la centralización del poder financiero.
