En los últimos años, ha surgido un fenómeno preocupante en España conocido como ‘menas-Erasmus’, que se refiere a la práctica de familias marroquíes que viajan al país con el objetivo de dejar a sus hijos bajo la tutela del sistema de protección español. Este fenómeno ha captado la atención de las autoridades y ha generado un debate sobre las implicaciones sociales y legales de este tipo de abandono. A continuación, se explorarán las características de este fenómeno, así como sus repercusiones en el sistema de protección de menores en España.
La llegada de menores no acompañados (menas) a España no es un hecho nuevo. Sin embargo, el fenómeno de los ‘menas-Erasmus’ presenta un matiz diferente. A diferencia de los menores que llegan en condiciones de vulnerabilidad extrema, muchos de estos niños provienen de familias de clase media que buscan mejores oportunidades educativas y de vida. Estos padres, que acceden a España con visados turísticos o de estudios, abandonan deliberadamente a sus hijos en el país, confiando en que el sistema de protección asumirá su cuidado.
### Un fenómeno en aumento
Las Fuerzas de Seguridad, los servicios sociales y la Fiscalía de Menores han advertido un aumento significativo en los casos de ‘menas-Erasmus’. En Málaga, por ejemplo, se han abierto varios expedientes relacionados con este tipo de abandono. La situación es alarmante, ya que no se limita a esta provincia, sino que se ha registrado en otras comunidades como Madrid, Valencia, Baleares y País Vasco. En algunos casos, se han desmantelado redes que organizan estos viajes, lo que indica que el fenómeno tiene una dimensión más amplia de lo que inicialmente se pensaba.
Uno de los casos más llamativos ocurrió en la Ciudad de la Justicia de Málaga, donde una madre dejó a su hijo con una maleta mientras realizaba un trámite. Este tipo de situaciones pone de manifiesto la falta de conciencia sobre las implicaciones legales y morales de abandonar a un menor. La normativa española y comunitaria establece que ningún menor puede ser excluido de la protección, independientemente de su situación económica o social.
Los menores que son abandonados de esta manera suelen ser bien cuidados y llegan a España con ropa de marca y dispositivos electrónicos. Esto contrasta con el perfil tradicional de los ‘menas’, que suelen ser niños que huyen de situaciones de pobreza extrema o violencia en sus países de origen. Este cambio en el perfil de los menores que llegan a España ha generado preocupación entre los expertos en protección infantil, quienes advierten que este tipo de abandono puede estar saturando los recursos destinados a aquellos menores que realmente necesitan protección.
### Implicaciones del sistema de protección
El sistema de protección de menores en España está diseñado para ofrecer atención integral a aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Sin embargo, la llegada de menores que no cumplen con este perfil ha generado tensiones en los recursos disponibles. Cuando un menor es identificado como ‘mena’, se activa un protocolo que implica su ingreso en un centro de protección, donde se les garantiza alimentación, educación y atención sanitaria. Sin embargo, este proceso puede ser problemático cuando se trata de menores que no están realmente en situación de desamparo.
Las fuentes consultadas indican que el sistema de protección se enfrenta a un dilema: por un lado, debe cumplir con la normativa que protege a todos los menores, y por otro, debe gestionar los recursos de manera eficiente para atender a aquellos que realmente lo necesitan. Esto ha llevado a que algunos expertos hablen de un ‘fraude de ley’, donde familias que no están en situación de vulnerabilidad utilizan el sistema a su favor, ocupando plazas que deberían estar destinadas a menores en riesgo real.
En el País Vasco, por ejemplo, la Ertzaintza ha detenido a varios padres que han abandonado a sus hijos en España para beneficiarse de los recursos del sistema de protección. Este tipo de acciones no solo afecta a los menores involucrados, sino que también genera una carga adicional para los servicios sociales y educativos, que deben hacer frente a un aumento en la demanda de recursos.
Además, el fenómeno de los ‘menas-Erasmus’ plantea preguntas sobre la ética de las políticas de protección infantil. ¿Es justo que un menor que llega a España con recursos y apoyo familiar ocupe un lugar en el sistema de protección que debería estar destinado a aquellos que realmente no tienen a nadie que los cuide? Esta es una cuestión que necesita ser abordada por las autoridades y la sociedad en general.
En conclusión, el fenómeno de los ‘menas-Erasmus’ es un reflejo de las complejidades del sistema de protección de menores en España. A medida que este fenómeno continúa creciendo, es fundamental que se implementen medidas para abordar las implicaciones sociales y legales de este tipo de abandono, garantizando que los recursos se destinen a aquellos que realmente los necesitan. La protección de los menores debe ser una prioridad, pero también es esencial que se eviten abusos del sistema que puedan perjudicar a los más vulnerables.