En el reciente Mundial de Ciclismo 2025 celebrado en Kigali, Remco Evenepoel, uno de los favoritos para llevarse el título, se vio envuelto en un episodio lleno de contratiempos mecánicos que arruinaron su carrera. Mientras Tadej Pogacar se dirigía hacia la victoria, el equipo belga enfrentaba un caos inesperado que afectó el rendimiento de su estrella.
**Un Comienzo Prometedor**
La carrera comenzó con grandes expectativas para la selección belga, que contaba con un equipo fuerte y bien preparado. Evenepoel, conocido por su agresividad y habilidades en la montaña, se posicionó bien en el pelotón. Sin embargo, todo cambió en un momento crítico del recorrido. Durante la vuelta larga hacia el Mont Kigali, un bache en la carretera provocó que su sillín se inclinara, lo que generó una serie de decisiones apresuradas que marcarían el desenlace de su participación.
El mecánico de la selección, Dario Kloeck, recordó el momento: «Era un instante clave y el sillín se inclinó. Le pusimos otro nuevo, pero ya llevaba muchos kilómetros rodando con el dañado». Esta situación se complicó aún más por la prohibición de comunicación a través de pinganillos, lo que dejó a Evenepoel sin la posibilidad de recibir instrucciones claras de su equipo.
**El Caos de los Cambios de Bicicleta**
La primera reacción de Evenepoel fue levantar la mano para solicitar un cambio de bicicleta. Sin embargo, el proceso no fue tan sencillo como se esperaba. Kloeck y su equipo habían medido la altura del sillín de la bicicleta de repuesto antes de la carrera, pero la frustración de Evenepoel se hizo evidente cuando, tras un breve tiempo en la nueva bicicleta, volvió a pedir otro cambio. «Medimos tres veces la altura del sillín de la bici de repuesto antes de la carrera. Estaba bien. Ha perdido tiempo innecesariamente. Es frustrante, es una pena», comentó Kloeck.
El segundo cambio generó más confusión que soluciones. Varios compañeros de equipo, como Victor Campenaerts, señalaron que la situación había comenzado a parecer un «circo». Campenaerts expresó: «Tres kilómetros antes de la subida, Remco golpeó un bache. Su sillín se inclinó y ahí empezó el circo». Esta serie de eventos no solo afectó a Evenepoel, sino que también drenó la energía del equipo, que tuvo que esforzarse al máximo en cada subida posterior.
**Reflexiones de los Compañeros de Equipo**
Los compañeros de Evenepoel también reflexionaron sobre el impacto de los cambios de bicicleta en su rendimiento. Louis Vervaeke, otro ciclista del equipo, comentó: «Después del Mur de Kigali, tuvimos que ir a tope en cada subida. Todos esos cambios de bici nos drenaron. Remco peleó hasta el final, pero este no era el escenario que habíamos imaginado».
La frustración fue palpable no solo en el equipo, sino también entre los aficionados que esperaban ver a Evenepoel competir por el oro. La combinación de problemas mecánicos y decisiones apresuradas dejó a todos preguntándose qué podría haber sido si las circunstancias hubieran sido diferentes.
**Un Mundial para Recordar**
A pesar de los contratiempos, el Mundial de Ciclismo 2025 en Kigali fue un evento memorable, con otros ciclistas brillando en la competencia. La victoria de Pogacar fue un testimonio de su habilidad y preparación, mientras que la selección belga, a pesar de sus dificultades, mostró un espíritu de lucha admirable.
El incidente de Evenepoel sirve como un recordatorio de lo impredecible que puede ser el ciclismo, donde cada pequeño detalle puede marcar la diferencia entre la gloria y la decepción. La historia de su carrera en Kigali se convertirá en una lección para futuros campeonatos, donde la preparación y la comunicación son tan cruciales como la habilidad en la bicicleta.
El Mundial de Ciclismo 2025 no solo dejó huella por las victorias, sino también por las lecciones aprendidas en el camino. La próxima vez, Evenepoel y su equipo estarán mejor preparados para enfrentar los desafíos que el ciclismo puede presentar.