La situación del empleo público en Cataluña ha experimentado un notable incremento en los últimos años, especialmente desde el inicio del ‘procés’ independentista. Este fenómeno ha suscitado un intenso debate sobre las implicaciones políticas y económicas de la expansión del sector público en la región. A continuación, se examinan las cifras y las razones detrás de este crecimiento, así como sus consecuencias para la economía catalana y española.
**Crecimiento del Empleo Público en Cataluña**
Desde la celebración del referéndum ilegal en octubre de 2017, la Generalitat de Cataluña ha incrementado su plantilla de empleados públicos en casi 100.000 efectivos, lo que representa un aumento del 44%. Este crecimiento es significativo, considerando que en octubre de 2017 había 224.004 afiliados a la Seguridad Social en el sector público catalán, cifra que ha ascendido a 321.216 en marzo de 2025. Este aumento no solo refleja la política de contratación del gobierno catalán, sino que también pone de manifiesto la tendencia de los partidos políticos a utilizar el empleo público como herramienta de colocación de sus afiliados y simpatizantes.
El contexto político ha sido un factor determinante en este crecimiento. A medida que el ‘procés’ ha ganado fuerza, los partidos catalanes han intensificado sus esfuerzos por aumentar el número de empleados públicos, lo que ha llevado a un aumento del 70% en el número de nóminas desde finales de 2013. Este fenómeno se ha observado en todos los gobiernos catalanes desde que se inició el movimiento independentista, con un notable incremento durante los mandatos de Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonés.
**El Impacto Económico del Aumento de Funcionarios**
El crecimiento del empleo público en Cataluña ha tenido un impacto significativo en las finanzas de la región. Según datos de la Intervención General del Estado, el gasto en nóminas de empleados públicos ha superado los 18.100 millones de euros en 2024, convirtiéndose en la principal partida presupuestaria de la Generalitat. Este aumento en el gasto ha dejado poco margen para otras inversiones que podrían fomentar el crecimiento económico, como infraestructuras o programas de desarrollo social.
El gasto en funcionarios en Cataluña ha duplicado el destinado a transferencias sociales y supera en seis veces el presupuesto de inversiones reales. Desde 2013, el crecimiento del gasto en nóminas ha sido del 77%, lo que representa un aumento de 7.900 millones de euros. Este incremento ha sido aún más pronunciado desde la celebración del referéndum en 2017, con un aumento de 6.400 millones de euros en los últimos años.
La situación es aún más alarmante si se compara con otras comunidades autónomas. En Madrid, el gasto en nóminas públicas ha alcanzado los 12.200 millones de euros, con un crecimiento del 54% desde 2013. En Andalucía, el aumento ha sido del 53%. Estas cifras indican que el crecimiento del empleo público en Cataluña ha sido desproporcionado en comparación con otras regiones, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de este modelo a largo plazo.
**La Comparativa con Otras Comunidades Autónomas**
El aumento del empleo público en Cataluña contrasta con la situación en otras comunidades autónomas. Mientras que Cataluña ha visto un incremento del 44% en el número de empleados públicos desde el referéndum, la media en el resto de las comunidades autónomas se sitúa en un 35%. Solo Canarias y la Comunidad Valenciana han experimentado aumentos significativos en términos porcentuales, aunque en números absolutos, el crecimiento en Cataluña sigue siendo el más destacado.
En regiones como Murcia, La Rioja, Navarra y Baleares, el aumento de afiliados se ha mantenido en torno al 40%. Por otro lado, comunidades como Extremadura, Aragón y Castilla y León han visto incrementos mucho más modestos, lo que sugiere que el fenómeno del ‘procés’ ha tenido un efecto catalizador en la contratación pública en Cataluña que no se ha replicado en otras partes del país.
**Conclusiones sobre el Futuro del Empleo Público en Cataluña**
El futuro del empleo público en Cataluña es incierto. La continua expansión del sector público podría generar tensiones en las finanzas de la Generalitat, especialmente si no se acompaña de un crecimiento económico sostenible. Además, la dependencia del empleo público como herramienta política podría tener repercusiones en la percepción pública de la administración catalana.
A medida que se acercan nuevas elecciones, será crucial observar cómo los partidos políticos abordan la cuestión del empleo público y si se implementarán medidas para equilibrar el gasto y fomentar un crecimiento económico más diversificado. La situación actual plantea un desafío significativo para la gobernanza en Cataluña y para la estabilidad económica de la región en el futuro.