Con la llegada del verano, la exposición de la piel a la radiación solar se intensifica, lo que hace que la protección solar sea esencial. Sin embargo, hay un aliado que puede ayudar desde el interior: el aceite de oliva virgen extra (AOVE). Este alimento, ampliamente utilizado en la dieta mediterránea, no solo es un ingrediente culinario, sino que también ofrece beneficios significativos para la salud de la piel, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
### Propiedades Antioxidantes del Aceite de Oliva
El AOVE es rico en polifenoles, compuestos bioactivos que desempeñan un papel crucial en la protección celular. Según la doctora Luisa Andrea Solano, nutricionista y profesora en la Facultad de Farmacia y Nutrición de la Universidad Europea, estos polifenoles, como el hidroxitirosol y la oleuropeína, ayudan a frenar la peroxidación lipídica, un proceso que está íntimamente ligado al envejecimiento celular. Esta acción antioxidante es fundamental para combatir los efectos nocivos de los rayos ultravioleta, que pueden causar daños irreparables en la piel.
Además de los polifenoles, el AOVE contiene ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado que no solo fortalece las membranas celulares, sino que también tiene propiedades antiinflamatorias. Esto significa que, al consumir AOVE, se puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que es especialmente beneficioso durante los meses de verano, cuando la piel está más expuesta al sol.
El AOVE también aporta tocoferoles, entre los que destaca la vitamina E, conocida por su capacidad para combatir el estrés oxidativo. Esta vitamina es esencial para mantener la salud de la piel, ya que ayuda a proteger las células de los daños causados por los radicales libres. Además, el escualeno presente en el AOVE favorece la regeneración celular y participa en la síntesis de esteroides endógenos, lo que contribuye a una piel más saludable y radiante.
### Consumo Recomendado y Formas de Ingesta
Para que los beneficios del AOVE se reflejen en la salud de la piel, la doctora Solano recomienda consumir entre 20 y 40 mililitros diarios, lo que equivale a aproximadamente dos o tres cucharadas soperas. Es importante destacar que el AOVE debe ser ingerido en crudo para conservar sus propiedades nutricionales. Esto significa que es ideal para aderezar ensaladas, añadir a platos de pasta o simplemente como un dip para pan.
El AOVE no solo es beneficioso para la piel, sino que también actúa como un alimento funcional que puede mejorar la salud cardiovascular y digestiva. Su capacidad para reducir la inflamación sistémica y mejorar la función vascular lo convierte en un aliado en la prevención de enfermedades crónicas. Además, su consumo está asociado con un menor riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad, lo que lo convierte en un alimento integral para el bienestar general.
En el ámbito deportivo, las propiedades antiinflamatorias del AOVE son especialmente relevantes. La doctora Solano menciona que su ingesta después del ejercicio puede ayudar a minimizar el dolor muscular y acelerar la recuperación. Esto se debe a que el oleocantal, un compuesto presente en el AOVE, tiene efectos similares a los medicamentos antiinflamatorios, lo que lo convierte en una opción natural para los atletas.
### Cómo Elegir el Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra
Al momento de seleccionar un AOVE, es fundamental prestar atención a la calidad del producto. Un experto en el tema sugiere que la calidad del aceite se puede evaluar a simple vista. Un buen AOVE debe tener un color verde intenso y un aroma fresco y afrutado. Además, es recomendable optar por aceites que provengan de la primera prensada en frío, ya que estos conservan mejor sus propiedades nutricionales.
La etiqueta también es un indicador importante. Es preferible elegir aceites que indiquen su origen y que sean de producción local, ya que esto puede garantizar frescura y calidad. Asimismo, es aconsejable evitar aceites que contengan mezclas de otros aceites, ya que esto puede diluir sus beneficios.
En resumen, el aceite de oliva virgen extra no solo es un componente esencial de la dieta mediterránea, sino que también se presenta como un aliado poderoso para la salud de la piel, especialmente durante los meses de verano. Su capacidad para actuar como un protector celular y su riqueza en compuestos bioactivos lo convierten en un alimento funcional que no debe faltar en la alimentación diaria.