El reciente informe sobre las donaciones de armamento israelí al Gobierno de Dina Boluarte ha generado un intenso debate en Perú y más allá. Este documento revela que la empresa Israel Weapon Industries (IWI) entregó una variedad de armas al Ejército peruano durante un periodo marcado por la violencia en Gaza. Las donaciones, que incluyen fusiles de asalto, ametralladoras, pistolas y lanzagranadas, están valoradas en aproximadamente 100,000 dólares y no han generado ningún costo para el Gobierno peruano. Este hecho ha suscitado preocupaciones sobre la ética de recibir armamento en un contexto de crisis humanitaria.
Las donaciones fueron registradas en el «informe anual sobre las exportaciones e importaciones de armas convencionales» presentado por el Gobierno peruano ante el Tratado de Comercio de Armas (TCA). Este tratado internacional establece las condiciones bajo las cuales deben realizarse las transferencias de material militar entre países. La entrega de armamento por parte de IWI a la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército (FAME) se enmarca en un contexto de creciente colaboración entre Perú e Israel en el ámbito de la defensa.
### Contexto de las Donaciones de Armamento
La entrega de armamento por parte de IWI no es un hecho aislado. En abril de 2024, se informó que IWI había establecido una planta de ensamblaje en Perú en colaboración con FAME. Este acuerdo se centró en la producción de fusiles ARAD, que se destinarían a las Fuerzas Armadas y la Policía peruana. La relación entre ambas entidades se ha fortalecido, y en mayo de 2024, diez oficiales del Ejército peruano viajaron a Israel para recibir formación avanzada sobre el manejo y mantenimiento de estos fusiles.
El Ministerio de Defensa de Perú ha destacado que esta colaboración busca fortalecer las capacidades del Ejército y asegurar la disponibilidad de armamento de alta tecnología. Sin embargo, la coincidencia de estas donaciones con el genocidio en Gaza ha llevado a cuestionamientos sobre la moralidad de recibir armamento en un momento en que la comunidad internacional condena la violencia en esa región.
El informe de donaciones incluye 34 fusiles de asalto, una ametralladora ligera, una subametralladora, cinco pistolas y un lanzagranadas, lo que refleja un compromiso significativo por parte de IWI en el fortalecimiento del arsenal militar peruano. Esta situación ha llevado a algunos sectores de la sociedad peruana a exigir una revisión de las relaciones con empresas armamentísticas israelíes, especialmente en el contexto de los derechos humanos.
### Reacciones y Propuestas Legislativas
La situación ha generado reacciones diversas en el ámbito político y social. Un diputado de la Bancada Socialista, Jaime Quito, ha presentado una propuesta legislativa para bloquear el comercio de productos militares con empresas israelíes. Esta iniciativa busca prohibir la adquisición de armas y municiones provenientes de países considerados potencias ocupantes, lo que incluye a Israel. La propuesta ha sido recibida con apoyo por parte de algunos sectores que abogan por una postura más ética en la política exterior de Perú.
Además, la cercanía de la familia de la ex presidenta Boluarte con el Gobierno israelí ha suscitado críticas. Jorge Gamarra Boluarte, sobrino de la ex mandataria, es cónsul honorario de Israel en Cuzco, lo que ha llevado a cuestionar la imparcialidad de las decisiones tomadas por el Gobierno en relación con el comercio de armas.
La falta de respuesta del Ministerio de Defensa de Perú y de la empresa IWI ante las solicitudes de información sobre estas donaciones ha alimentado la desconfianza en torno a la transparencia de las relaciones entre ambos países. La situación se complica aún más por el contexto internacional, donde las críticas hacia Israel por su actuación en Gaza han aumentado, y muchos países están reconsiderando sus relaciones con el Estado israelí.
En medio de este panorama, la sociedad civil ha comenzado a movilizarse, organizando protestas y campañas de concienciación sobre la necesidad de revisar las políticas de defensa y comercio de armas de Perú. La presión social podría influir en la dirección futura de las relaciones entre Perú e Israel, así como en la política interna del país.
La situación actual plantea interrogantes sobre la responsabilidad ética de los gobiernos al establecer relaciones comerciales en el ámbito de la defensa, especialmente en un contexto global donde los derechos humanos son cada vez más prioritarios en la agenda internacional. Las decisiones que tome Perú en este sentido no solo afectarán su política interna, sino que también influirán en su imagen en el escenario internacional.