La reciente declaración del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, ha arrojado luz sobre la gestión de la emergencia durante la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la región. En su testimonio, Polo expresó su sorpresa por la falta de urgencia en las decisiones tomadas durante la reunión del Cecopi (Centro de Coordinación de Emergencias) el día del desastre. Este evento ha suscitado un gran interés público y ha llevado a cuestionamientos sobre la eficacia de las autoridades en la gestión de crisis.
Durante su comparecencia en el juzgado de Catarroja, Polo relató que se enteró de la presencia del president de la Generalitat, Carlos Mazón, en la reunión de emergencia solo después de que se enviara un mensaje de alerta a la población. A pesar de que Mazón no participó activamente en las primeras conexiones, a partir de las 23:00 horas comenzó a tomar el control de la situación, dirigiendo las intervenciones de los asistentes. Este cambio de dinámica generó inquietud en Polo, quien se mostró sorprendido por la «parsimonia» con la que se abordaban los temas críticos en un momento de crisis.
La DANA, que tuvo lugar el 29 de octubre de 2024, provocó inundaciones severas en varias localidades, lo que llevó a la necesidad de una respuesta rápida y efectiva. Polo recordó que, en el momento en que se envió el mensaje de alerta a los móviles de la población a las 20:11 horas, se desconectó a los participantes no presenciales de la reunión, lo que limitó la comunicación y la toma de decisiones. Esta desconexión, según Polo, ocurrió sin ninguna explicación, lo que generó confusión y retrasos en la respuesta a la emergencia.
### La Propuesta de Envío de Mensaje de Alerta
Uno de los momentos más críticos de la declaración de Polo fue cuando reveló que él mismo propuso el envío de un mensaje a la población para advertir sobre el riesgo de desbordamiento de la presa de Forata. En medio de una conversación sobre las inundaciones en Utiel, Polo interrumpió para alertar sobre la situación en la presa, que se encuentra en el cauce del río Magro, afluente del Júcar. Esta intervención fue crucial, ya que la presa representaba un riesgo significativo para la población.
Polo explicó que, tras su advertencia, el jefe del área de explotación de la Confederación Hidrográfica del Júcar solicitó un escenario de emergencia para la presa. Sin embargo, después de esta intervención, la conexión con el Cecopi se interrumpió durante aproximadamente media hora, lo que generó aún más incertidumbre sobre la situación. En la siguiente conexión, Polo se encontró con que los presentes, incluida la entonces consellera Salomé Pradas, afirmaron que no se iba a evacuar a la población, lo que le sorprendió, ya que no se había discutido esa opción previamente.
La tensión en la reunión se hizo palpable, y Polo insistió en la necesidad de enviar un mensaje a la población instando a que se trasladaran a pisos altos. Esta recomendación fue respaldada por el subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, quien reiteró que la ley le otorgaba la autoridad para tomar medidas, incluyendo el confinamiento de la población. Sin embargo, la indecisión de la consellera Pradas, quien figura como investigada en esta causa penal, complicó aún más la situación.
### Implicaciones de la Gestión de Crisis
Las declaraciones de Miguel Polo no solo ponen en tela de juicio la eficacia de la gestión de emergencias durante la DANA, sino que también resaltan la importancia de una comunicación clara y efectiva en situaciones de crisis. La falta de coordinación y la desconexión de los participantes no presenciales en el Cecopi son aspectos que deben ser analizados a fondo para evitar que se repitan en futuras emergencias.
La gestión de crisis requiere una respuesta rápida y decidida, y las decisiones tomadas en momentos críticos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La situación vivida durante la DANA pone de manifiesto la necesidad de revisar los protocolos de actuación y garantizar que todos los actores involucrados en la gestión de emergencias estén debidamente informados y preparados para actuar de manera efectiva.
A medida que avanza la investigación sobre la gestión de la DANA, las declaraciones de Polo servirán como un punto de referencia para evaluar la responsabilidad de los funcionarios y la eficacia de las medidas adoptadas. La población afectada por la DANA merece respuestas claras y acciones concretas que garanticen su seguridad en futuras situaciones de emergencia.
