Noviembre es un mes significativo para la ultraderecha en Europa, especialmente en España, donde se conmemora el aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco. Este año, la fecha cobra especial relevancia debido a la cumbre internacional que la Alianza por la Paz y la Libertad (APF) ha programado para el 23 de noviembre en Madrid. Este evento no solo atraerá a grupos neofascistas de toda Europa, sino que también coincide con actos organizados por grupos franquistas que celebran el 50 aniversario de la muerte de Franco.
La APF, que actúa como un punto de encuentro para partidos xenófobos y de extrema derecha en el continente, tiene como representante en España a Democracia Nacional. El lema de la cumbre, «Europa, una, grande y libre», es un claro guiño a los nostálgicos del régimen franquista, evocando un pasado que muchos prefieren olvidar. Este encuentro se enmarca en un contexto más amplio de actividades de la ultraderecha que buscan revitalizar sus bases y expandir su influencia en la política europea.
### La Alianza por la Paz y la Libertad: Un Vínculo entre Partidos de Extrema Derecha
La APF no es un grupo aislado; es una red que conecta a diversas organizaciones ultraderechistas de diferentes países. Entre sus miembros se encuentran partidos como Forza Nuova de Italia, Die Heimat de Alemania, y Les Nationalistes de Francia, entre otros. Esta cumbre en Madrid representa una oportunidad para que estos grupos fortalezcan sus lazos y coordinen acciones en un momento en que la extrema derecha está ganando terreno en varias naciones europeas.
El evento también se presenta como una plataforma para discutir estrategias y tácticas que permitan a estos partidos superar el «monopolio del sistema». Roberto Fiore, líder de Forza Nuova y presidente de la APF, ha declarado que su objetivo es «construir un contrapoder capaz de romper el monopolio del sistema». Esta declaración refleja la ambición de la APF de no solo participar en elecciones, sino de establecer una presencia más sólida y activa en la vida política europea.
La cumbre se desarrollará en un lugar aún no revelado, aunque el año pasado se llevó a cabo en un espacio que también alberga la sede de Falange Española de las JONS, otro grupo ultraderechista con una larga historia en España. Este tipo de encuentros no solo sirven para la planificación política, sino que también son una forma de reafirmar la identidad y la ideología compartida entre estos grupos, que a menudo se sienten marginados en el discurso político mainstream.
### La Influencia de la Ultraderecha en Europa y sus Conexiones Internacionales
La cumbre de Madrid no es un evento aislado, sino parte de una tendencia más amplia en la que la ultraderecha europea busca establecer conexiones internacionales. En septiembre, representantes de la APF participaron en un encuentro en San Petersburgo, Rusia, respaldado por el oligarca Konstantin Maloféyev, conocido por sus vínculos con el Kremlin. Este tipo de encuentros internacionales son cruciales para la creación de una red de apoyo que trasciende las fronteras nacionales.
La APF también ha mostrado interés en establecer relaciones con grupos de ultraderecha fuera de Europa, como el Partido Social Nacionalista Sirio, que cuenta con un brazo armado. Estas conexiones internacionales son preocupantes, ya que indican un esfuerzo por parte de la ultraderecha para consolidar su influencia y coordinar acciones a nivel global.
Además, la APF ha manifestado su intención de expandir su red a otros continentes, con la creación de la Liga Antiglobalista Internacional, que busca unir a grupos ultraderechistas de países como México, Brasil, Argentina y Sudáfrica. Este enfoque globalizado es una estrategia que refleja la creciente interconexión de los movimientos de extrema derecha en todo el mundo, lo que plantea desafíos significativos para las democracias liberales.
La cumbre en Madrid, por lo tanto, no solo es un evento local, sino un punto de inflexión en la estrategia de la ultraderecha europea para consolidar su poder y expandir su influencia. A medida que se acercan las elecciones en varios países europeos, la coordinación entre estos grupos podría tener un impacto significativo en el futuro político del continente.
La creciente normalización de la retórica ultraderechista en el discurso político mainstream también es un fenómeno que no se puede ignorar. La participación de partidos como Vox en España y su creciente influencia en la política nacional son ejemplos claros de cómo las ideas extremas están encontrando un espacio en el debate público. Esto plantea la pregunta de cómo las democracias pueden responder a esta amenaza y proteger los valores fundamentales de igualdad y respeto por los derechos humanos.
La cumbre del 23 de noviembre en Madrid será, sin duda, un evento a seguir de cerca, no solo por su contenido, sino por las implicaciones que podría tener para el futuro de la política en Europa y más allá. La vigilancia y el análisis crítico de estos movimientos son esenciales para entender y contrarrestar la creciente ola de extremismo que amenaza con desestabilizar las democracias modernas.