La situación en Gaza se ha vuelto cada vez más crítica a medida que los conflictos continúan intensificándose. Recientemente, el Hospital Jordano, un centro de atención médica vital en la ciudad de Gaza, ha sido forzado a cerrar sus puertas y trasladarse a Jan Yunis, en el sur de la Franja. Este movimiento se produce en medio de un asedio militar por parte de Israel, que ha dejado a la población local en una situación desesperada. Este es el cuarto hospital que se ve obligado a cesar sus operaciones en la capital gazatí, lo que subraya la gravedad de la crisis humanitaria que enfrenta la región.
La decisión de reubicar el Hospital Jordano fue tomada por las Fuerzas Armadas de Jordania, quienes expresaron su preocupación por la seguridad de su personal y pacientes. El hospital, que se encontraba en el barrio de Tal al Hawa, se suma a otros centros médicos que han dejado de funcionar, como el Hospital Al Rantisi, especializado en pediatría, y el Hospital del Ojo de San Juan. La situación se ha vuelto tan crítica que el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás ha declarado que el sistema sanitario de Gaza está «dando sus últimos suspiros» debido a la creciente destrucción y la falta de recursos.
### La Destrucción del Sistema Sanitario
Los informes indican que el sistema de salud en Gaza está al borde del colapso. Con la ofensiva militar israelí en curso, los hospitales están enfrentando una escasez alarmante de suministros médicos y combustible. Según el Ministerio de Sanidad, «quedan pocos días para que los hospitales dejen de funcionar debido al agotamiento de las reservas de combustible». Esta situación ha llevado a que muchos hospitales operen solo de manera parcial, y algunos, como el Hospital Al Quds, ya no cuentan con equipos médicos adecuados y solo ofrecen servicios de triaje.
La ofensiva israelí ha intensificado los ataques aéreos y terrestres en Gaza, lo que ha resultado en un número creciente de heridos y muertos. En un solo día, se reportaron al menos 18 muertes, incluyendo a menores de edad, lo que ha llevado a organizaciones internacionales a calificar la situación como un genocidio. La comunidad internacional ha comenzado a expresar su preocupación, y varios países han solicitado una intervención para detener la violencia y proteger a los civiles.
La falta de acceso a atención médica adecuada ha llevado a un aumento en la mortalidad, especialmente entre los niños y las mujeres embarazadas. La escasez de medicamentos esenciales y la incapacidad de los pacientes para llegar a los hospitales debido a la inseguridad han exacerbado la crisis. Las organizaciones humanitarias han advertido que la situación podría empeorar si no se toman medidas inmediatas para garantizar la seguridad y el acceso a la atención médica.
### Impacto en la Población Civil
La población de Gaza se encuentra atrapada en una situación desesperada. Con el cierre de hospitales y la falta de atención médica, muchos ciudadanos se ven obligados a huir de sus hogares en busca de seguridad. Las calles están llenas de desplazados que intentan encontrar refugio en áreas menos afectadas por los bombardeos. Sin embargo, las condiciones en los refugios son precarias, y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y atención médica.
Los informes indican que alrededor de la mitad de los hospitales en Gaza, un total de 36, siguen funcionando, pero todos de manera parcial. Esto significa que la atención médica que pueden ofrecer es limitada y no puede satisfacer las necesidades de una población que sufre múltiples crisis de salud. La situación se complica aún más por la falta de carreteras seguras que permitan a los pacientes llegar a los hospitales, lo que ha llevado a un aumento en la mortalidad por condiciones tratables.
La comunidad internacional ha comenzado a reaccionar ante esta crisis humanitaria. Organizaciones no gubernamentales y activistas de derechos humanos han instado a los gobiernos a intervenir y proporcionar asistencia humanitaria a la población de Gaza. Sin embargo, la respuesta ha sido lenta y, en muchos casos, insuficiente para abordar la magnitud de la crisis.
La situación en Gaza es un recordatorio doloroso de las consecuencias devastadoras de la guerra y el conflicto. La comunidad internacional debe actuar con urgencia para garantizar que se brinde asistencia a quienes más lo necesitan y para poner fin a la violencia que ha llevado a esta crisis humanitaria sin precedentes.