La proliferación de jabalíes y cerdos asilvestrados en Málaga ha llevado a las autoridades a implementar medidas de control más estrictas. En el último año, se han capturado 45 jabalíes utilizando dardos anestésicos, una estrategia que se combina con otras iniciativas para mitigar el impacto de estos animales en áreas urbanas. La situación ha generado un debate en la comunidad sobre la mejor manera de manejar esta sobrepoblación, que se estima en alrededor de 22,000 ejemplares en la provincia.
La Junta de Andalucía ha declarado la emergencia cinegética, lo que permite ampliar las posibilidades de caza cada año. Los jabalíes no solo representan un problema por su presencia en zonas urbanas, sino que también son portadores de enfermedades que pueden afectar a la cabaña porcina y, en casos extremos, a los humanos. Este riesgo ha llevado al Colegio de Veterinarios a investigar las zoonosis asociadas con estos animales.
### Estrategias de Control y Prevención
El Ayuntamiento de Málaga ha lanzado un nuevo pliego de condiciones para la contratación de servicios destinados a controlar la presencia de jabalíes y cerdos asilvestrados en terrenos urbanos. Este contrato incluye medidas preventivas como la construcción de abrevaderos y la plantación de vegetación específica para disuadir a los animales de entrar en áreas pobladas. Además, se realizarán monitorizaciones nocturnas utilizando cámaras térmicas para identificar los movimientos de las piaras.
La empresa adjudicataria será responsable de la instalación de comederos y de la alimentación semanal de los jabalíes, lo que permitirá un seguimiento más efectivo de su población. La idea es crear un cordón que favorezca el desplazamiento de estos animales hacia áreas menos urbanizadas, utilizando métodos de captura que sean lo menos invasivos posible.
Uno de los métodos más destacados es la caza con arco, que ha sido recomendada por la Dirección General del Medio Natural. Este enfoque permite realizar capturas mínimas de jabalíes utilizando flechas adaptadas con dardos anestésicos. Este método se prioriza sobre la caza convencional, ya que se considera más ético y menos violento. Sin embargo, la administración de sedantes debe ser supervisada por un veterinario, y los animales capturados no pueden ser destinados al consumo humano, debiendo ser incinerados según la normativa vigente.
### Controversias en la Gestión de la Población
La gestión de la población de jabalíes ha generado opiniones divididas entre los ciudadanos. Por un lado, hay quienes abogan por métodos más expeditivos, argumentando que la situación es insostenible y que se deben tomar medidas drásticas para controlar la población. Por otro lado, hay un creciente número de personas que prefieren enfoques más naturales y menos agresivos, sugiriendo que se deben buscar soluciones que no impliquen la muerte de los animales.
La necesidad de controlar la población de jabalíes es un consenso general, pero la forma en que se lleva a cabo este control es un tema de debate. Las autoridades locales están tratando de encontrar un equilibrio entre la seguridad pública y el bienestar animal. La implementación de medidas preventivas, como la creación de barreras naturales y la reducción de fuentes de alimento, es vista como un paso positivo hacia un manejo más sostenible de la fauna urbana.
El costo de las operaciones de captura y monitorización es significativo, con un contrato global que asciende a 30,000 euros. Esto incluye 598,50 euros por cada captura con flechas anestésicas y 330 euros mensuales por el servicio de monitorización. Hasta ahora, el Servicio de Control de Animales y Especies Silvestres ha estado a cargo de estas operaciones, pero la nueva licitación busca mejorar la eficiencia y efectividad de las medidas implementadas.
La situación en Málaga es un reflejo de un problema más amplio que enfrentan muchas ciudades en todo el mundo, donde la fauna salvaje se adapta a entornos urbanos. La gestión de estas poblaciones es crucial no solo para la seguridad de los ciudadanos, sino también para la preservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico. Las decisiones que se tomen en este contexto tendrán un impacto duradero en la relación entre los humanos y la fauna salvaje en las áreas urbanas.
