La A-7, una de las principales arterias de comunicación en la Costa del Sol, ha vuelto a ser escenario de un colapso vial que ha dejado a cientos de conductores atrapados. Este incidente, que tuvo lugar en la mañana del 12 de noviembre de 2025, se debió a la avería de un camión en el túnel de Cerrado de Calderón, generando retenciones que alcanzaron hasta los doce kilómetros. La situación se complicó aún más debido a que el incidente coincidió con las horas pico de traslado hacia los lugares de trabajo y centros educativos, lo que incrementó la frustración de los usuarios de la vía.
La avería del camión se registró alrededor de las 6:00 horas, ocupando el carril derecho de la calzada en el kilómetro 978, sentido Málaga. Aunque el vehículo fue retirado a las 7:38 horas, las congestiones continuaron hasta las 9:20 horas, cuando finalmente se restableció la normalidad en la circulación. Este no es un caso aislado; tan solo un día antes, otro camión portacoches había colapsado la misma vía, generando un caos similar que dejó a cientos de conductores varados durante horas.
La repetición de estos incidentes ha encendido la indignación entre los ciudadanos y ha desatado una polémica política entre los responsables locales. Francisco Salado, presidente de la Diputación y alcalde de Rincón de la Victoria, ha exigido la dimisión de Javier Salas, subdelegado del Gobierno, acusándolo de no tomar las medidas necesarias para evitar estos colapsos. Salas, por su parte, ha defendido que el Gobierno ya está trabajando en la ampliación de la A-7, tanto en su zona oriental como en la occidental, y ha criticado a Salado por no haber hecho lo suficiente en el pasado.
La A-7 es una vía crucial para la movilidad en la región, y su congestión no solo afecta a los conductores, sino que también tiene repercusiones en la economía local y en la calidad de vida de los residentes. La falta de soluciones efectivas para estos problemas de tráfico ha llevado a muchos a cuestionar la capacidad de los responsables políticos para gestionar adecuadamente la infraestructura vial de la zona.
**Impacto en la Comunidad y la Economía Local**
Los colapsos en la A-7 no solo generan frustración entre los conductores, sino que también tienen un impacto significativo en la economía local. La congestión del tráfico puede retrasar la llegada de empleados a sus trabajos, lo que a su vez afecta la productividad de las empresas. Además, los turistas que visitan la Costa del Sol pueden verse desalentados por la mala experiencia de tráfico, lo que podría influir en su decisión de regresar en el futuro.
Las largas esperas en el tráfico también pueden tener consecuencias ambientales. Los vehículos que permanecen parados emiten más contaminantes, contribuyendo a la mala calidad del aire en la región. Esto es especialmente preocupante en una zona que ya enfrenta desafíos ambientales debido a su alta densidad de población y actividad turística.
La comunidad ha comenzado a organizarse para exigir soluciones más efectivas a estos problemas de tráfico. Grupos de ciudadanos han comenzado a utilizar las redes sociales para compartir sus experiencias y presionar a los responsables políticos para que actúen. La creación de foros comunitarios y la participación en reuniones locales son algunas de las estrategias que están utilizando para hacer oír su voz.
**Propuestas para Mejorar la Situación Vial**
Ante la repetición de estos incidentes, es crucial que se implementen soluciones efectivas para mejorar la situación vial en la A-7. Algunas de las propuestas que han surgido incluyen:
1. **Ampliación de la Vía**: Aunque el Gobierno ya ha anunciado que está trabajando en la ampliación de la A-7, es fundamental que se aceleren estos trabajos y se realicen de manera eficiente para evitar futuros colapsos.
2. **Mejoras en la Señalización y Gestión del Tráfico**: La implementación de sistemas de gestión del tráfico más avanzados, como semáforos inteligentes y señalización variable, podría ayudar a reducir la congestión en momentos críticos.
3. **Fomento del Transporte Público**: Incentivar el uso del transporte público podría disminuir el número de vehículos en la carretera. Esto podría incluir la mejora de las rutas de autobuses y trenes, así como la implementación de tarifas más asequibles.
4. **Educación Vial**: Campañas de concienciación sobre la importancia de la conducción responsable y el respeto a las normas de tráfico pueden contribuir a una circulación más fluida y segura.
5. **Inversiones en Infraestructura Alternativa**: La creación de carriles para bicicletas y la mejora de las infraestructuras peatonales pueden ofrecer alternativas al uso del automóvil, reduciendo así la presión sobre la A-7.
La situación en la A-7 es un reflejo de los desafíos que enfrenta la infraestructura vial en muchas áreas urbanas. La combinación de un aumento en la población, el crecimiento del turismo y la falta de inversiones adecuadas en infraestructura ha llevado a una crisis de tráfico que requiere atención urgente. La colaboración entre los ciudadanos, las autoridades locales y el Gobierno es esencial para encontrar soluciones sostenibles que beneficien a todos los usuarios de la vía.
