Carlos Soria, un nombre que resuena con fuerza en el mundo del alpinismo, ha vuelto a hacer historia al escalar el Manaslu, un ochomil de 8.163 metros, a la impresionante edad de 86 años. Este logro no solo es un testimonio de su resistencia física y mental, sino también un homenaje a su trayectoria en el montañismo, que se extiende por más de cinco décadas. En una reciente entrevista, Soria compartió detalles sobre su experiencia en esta aventura, que ha capturado la atención de medios y aficionados por igual.
### Un ascenso lleno de desafíos
La ascensión al Manaslu no fue un camino fácil. Soria, que llegó a la cima después de 24 horas de esfuerzo continuo, enfrentó múltiples obstáculos, incluyendo problemas con su prótesis dental y dificultades para comunicarse debido a su audífono, que no soportó las extremas condiciones de altitud. A pesar de estos desafíos, su determinación y el apoyo de su equipo fueron fundamentales para alcanzar la cumbre. «El ascenso fue muy duro, especialmente la bajada, pero fue gratificante estar rodeado de buenos amigos y compañeros como Luis Miguel López Soriano», comentó Soria.
El alpinista también destacó la importancia de la preparación y la estrategia en este tipo de expediciones. «Es crucial no solo pensar en llegar a la cima, sino también en cómo regresar. La bajada puede ser incluso más complicada que la subida», advirtió. Esta mentalidad es lo que ha permitido a Soria mantenerse en la cima de su deporte, incluso a una edad en la que muchos consideran que es hora de retirarse.
### La repercusión de su logro
La hazaña de Carlos Soria ha resonado no solo en el ámbito del alpinismo, sino también en la sociedad en general. Al regresar a España, se dio cuenta de la magnitud de su logro y de la repercusión que ha tenido en los medios y entre sus seguidores. Sin embargo, Soria expresó su decepción por la falta de reconocimiento institucional. A pesar de haber recibido numerosos mensajes de felicitación de amigos y aficionados, no ha recibido ningún reconocimiento oficial por parte de las instituciones.
«Me ha sorprendido que no haya habido un mensaje oficial de felicitación, ni del Gobierno ni de otras entidades. Sin embargo, la calidez de la gente en la calle ha sido abrumadora», comentó Soria. Este sentimiento de desconexión con las instituciones contrasta con el apoyo que ha recibido de su comunidad y de sus compañeros alpinistas, quienes han celebrado su logro como un hito en la historia del alpinismo español.
Soria también reflexionó sobre el costo de su expedición, que ascendió a más de 70.000 euros, una cifra considerable que tuvo que cubrir en su mayoría de su propio bolsillo. A pesar de la falta de patrocinadores, su pasión por la montaña y su deseo de rendir homenaje a la primera ascensión española a un ochomil lo llevaron a embarcarse en esta aventura. «No tenía patrocinadores, pero el apoyo de mi familia y amigos fue fundamental para llevar a cabo este proyecto», afirmó.
### El futuro de Carlos Soria
A pesar de su reciente éxito, Soria no se detiene. Con una energía y entusiasmo que desafían su edad, ha expresado su deseo de continuar explorando y disfrutando de la montaña. «No pienso en más ochomiles por ahora, pero quiero seguir haciendo lo que me gusta: escalar, correr y disfrutar de la naturaleza», dijo. Su enfoque en el deporte y la actividad física es un ejemplo inspirador para muchos, demostrando que la pasión y la dedicación no tienen límites de edad.
Carlos Soria se ha convertido en un símbolo de perseverancia y amor por la montaña, y su reciente ascenso al Manaslu es un recordatorio de que los sueños no tienen fecha de caducidad. Su historia continúa inspirando a generaciones de alpinistas y aventureros, y su legado en el mundo del montañismo está lejos de terminar. Con cada paso que da, Soria nos enseña que la verdadera aventura está en vivir plenamente, sin importar la edad.