La situación de los profesionales de la salud en Andalucía se ha vuelto crítica, con un aumento significativo en el número de agresiones que sufren en el ejercicio de su labor. Según datos recientes, en los primeros meses de 2025 se han registrado 25 agresiones a médicos, cifra que se aproxima a las 32 agresiones contabilizadas durante todo el año 2024. Este alarmante incremento pone de manifiesto una tendencia preocupante que, de continuar, podría llevar a que el número de incidentes violentos se duplique al finalizar el año.
**La Realidad de la Violencia en el Ámbito Sanitario**
La vocal de Prevención de Riesgos Laborales del Sindicato Médico de Málaga, Teresa Valle, ha expresado su preocupación por esta situación, señalando que las agresiones son una lacra que afecta no solo a los médicos, sino también a los pacientes que dependen de ellos. En una reciente concentración frente al Centro de Salud de la Cruz de Humilladero, Valle destacó que el aumento de agresiones no es solo un problema numérico, sino que tiene un impacto directo en la calidad de la atención médica. La presión y el estrés que sufren los médicos tras ser agredidos pueden llevar a que se cierren consultas, afectando así a otros pacientes que esperan ser atendidos.
Un caso reciente ilustra esta problemática. Una médica del centro fue agredida verbalmente y amenazada por un paciente que se quejaba del tiempo de espera. Este tipo de incidentes no son aislados y reflejan un clima de tensión creciente en los centros de salud. Valle enfatizó que no hay justificación para ninguna agresión, y que el tiempo de atención no depende del médico, sino de la carga de trabajo y la organización del servicio.
El sindicato ha señalado que muchos de estos incidentes no se registran oficialmente, ya que los médicos enfrentan un proceso burocrático desalentador para presentar denuncias. Esto significa que las cifras reales de agresiones podrían ser aún más altas. Además, muchas agresiones verbales no están tipificadas como delitos, lo que desincentiva a los profesionales a reportarlas.
**Medidas de Seguridad y Respuesta Institucional**
A pesar de que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha implementado un plan de prevención y atención a agresiones desde 2020, la efectividad de estas medidas ha sido cuestionada. Valle ha criticado que, aunque existen más de 6.700 medidas de seguridad en los centros de salud, como alarmas y cámaras, más de la mitad de los ambulatorios en Málaga carecen de estas protecciones. Durante la pandemia, se implementaron ciertas medidas de seguridad que luego fueron retiradas, dejando a muchos profesionales vulnerables.
La Junta de Andalucía ha respondido a las preocupaciones expresadas por los sindicatos, asegurando que su objetivo es erradicar las agresiones al personal sanitario. Sin embargo, muchos médicos sienten que las acciones tomadas no son suficientes. La Consejería de Salud y Consumo ha afirmado que se han puesto a disposición de los agredidos recursos como asesoramiento legal y apoyo psicológico, pero los profesionales demandan acciones más contundentes y efectivas.
Valle ha instado a la Junta a adoptar sanciones administrativas inmediatas para los agresores, similar a lo que se hace en otras comunidades autónomas. La falta de una respuesta adecuada por parte de la administración ha llevado a un clima de inseguridad que afecta tanto a los médicos como a los pacientes. La exigencia de una sanción ejemplar para los agresores es una de las principales demandas del sindicato, que busca garantizar un entorno seguro para el ejercicio de la medicina.
La situación actual es insostenible y requiere una atención urgente. La violencia en el ámbito sanitario no solo afecta a los profesionales, sino que repercute en la atención que reciben los pacientes. La falta de medidas efectivas y la creciente violencia son cuestiones que deben ser abordadas con seriedad y urgencia por parte de las autoridades competentes. La salud y la seguridad de los profesionales de la salud son fundamentales para garantizar una atención médica de calidad en Andalucía.