La situación del suicidio en Málaga ha alcanzado niveles alarmantes, con un total de 168 muertes registradas en 2024, un aumento respecto a los 163 casos del año anterior. Este incremento no solo representa una estadística fría, sino que detrás de cada cifra hay una historia de dolor, lucha y, en algunos casos, de esperanza. Las asociaciones locales están trabajando incansablemente para ofrecer apoyo a quienes enfrentan esta dura realidad, brindando un espacio seguro para la prevención y el duelo.
**Historias de Resiliencia: Emilio Bandera y su Camino hacia la Recuperación**
Emilio Bandera es un testimonio vivo de cómo la ayuda adecuada puede transformar vidas. Después de sufrir varios intentos de suicidio y pasar casi una década aislado en su hogar, Emilio encontró en Afenes (Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental) el apoyo que tanto necesitaba. Su historia es un reflejo de la lucha interna que muchos enfrentan, marcada por diagnósticos de esquizofrenia, agorafobia y depresión crónica.
«Todo empieza cuando ese Emilio pierde su propia identidad a través de los diagnósticos», explica. La lucha por encontrar su lugar en la sociedad lo llevó a un estado de desesperación, donde el deseo de desaparecer se convirtió en una constante. Sin embargo, su vida dio un giro radical cuando se unió a Afenes. Allí, no solo encontró un lugar donde hablar sin ser juzgado, sino también herramientas para reconstruir su vida.
Ahora, a sus 43 años, Emilio trabaja como técnico en la misma asociación que lo ayudó a salir del abismo. Su enfoque se centra en el acompañamiento entre iguales, donde comparte su experiencia y ofrece apoyo a quienes atraviesan situaciones similares. «La emoción puede ser tu peor enemiga, pero también tu mejor amiga», reflexiona, enfatizando la importancia de validar las emociones en el proceso de sanación.
**El Dolor de la Pérdida: Teresa Lerma y el Duelo por su Hija**
Por otro lado, Teresa Lerma comparte su desgarradora historia tras la pérdida de su hija Marina. La experiencia de ver a su hija luchar contra el suicidio y finalmente perderla ha dejado una marca indeleble en su vida. Teresa denuncia la falta de preparación de los hospitales para manejar situaciones de salud mental, recordando cómo su hija fue dada de alta a pesar de estar en riesgo.
«Esto es algo que nunca se curará ni superará», afirma Teresa, quien encontró en la Asociación Alhelí un espacio para procesar su dolor. A través de sesiones grupales, ha aprendido a expresar sus sentimientos y a encontrar empatía en quienes comparten su sufrimiento. «Desde que vine aquí, existe una Teresa que puede hablar. Antes solo sabía llorar», confiesa.
Las sesiones en Alhelí no son fáciles; el camino del duelo está lleno de emociones complejas que van desde la tristeza hasta la rabia. Sin embargo, Teresa destaca la importancia de contar con un grupo de apoyo que comprende el dolor de perder a un ser querido. «Hacen falta más lugares como Alhelí en Málaga, Andalucía y España», reclama, enfatizando la necesidad de más recursos para el apoyo emocional.
**La Necesidad de Concienciación y Prevención**
Ambas historias resaltan la urgencia de abordar el suicidio como un problema de salud pública. Tanto Emilio como Teresa hacen un llamado a la sociedad para que se rompa el tabú que rodea este tema. «Necesitamos que nos oigan, que se haga público el tema del suicidio y que no se trate como algo tabú», pide Teresa, quien aboga por una mayor visibilidad y prevención.
El suicidio es una de las principales causas de muerte no natural en España, y es fundamental que se implementen campañas de concienciación que reflejen la gravedad de esta crisis. Emilio y Teresa coinciden en que, aunque sus seres queridos no volverán, su lucha es por los demás, para que nadie más tenga que pasar por lo que ellos han vivido.
La labor de las asociaciones como Afenes y Alhelí es crucial en este contexto. No solo ofrecen apoyo emocional, sino que también crean espacios donde las personas pueden compartir sus experiencias y encontrar consuelo en la comunidad. Sin embargo, enfrentan desafíos significativos debido a la falta de recursos y visibilidad.
La lucha contra el suicidio en Málaga es un esfuerzo colectivo que requiere la atención de todos. Desde la concienciación pública hasta el apoyo institucional, es vital que se tomen medidas para abordar esta crisis de manera efectiva. Las historias de Emilio y Teresa son un recordatorio poderoso de que, aunque el camino hacia la recuperación puede ser difícil, no están solos en su lucha. La esperanza y la ayuda están disponibles, y es fundamental que más personas conozcan estas opciones.