La vacunación infantil, un pilar fundamental de la salud pública, enfrenta una crisis alarmante a nivel mundial. Según un reciente estudio, la tasa de vacunación ha dejado de crecer y, en algunos casos, ha retrocedido, exponiendo a millones de niños a enfermedades mortales que podrían prevenirse. Este fenómeno no solo afecta a países en desarrollo, sino que también se observa en naciones con economías avanzadas, lo que subraya la gravedad de la situación.
**Estancamiento en la Cobertura Vacunal**
Desde 2010, la cobertura de vacunación infantil ha mostrado signos preocupantes de estancamiento. Un análisis de 204 países revela que, entre 2010 y 2019, 100 de ellos experimentaron una disminución en la vacunación contra el sarampión. En América Latina y el Caribe, la tasa cayó del 90% al 87%, lo que se traduce en cerca de un millón de niños no vacunados solo en 2019. Esta tendencia es alarmante, especialmente considerando que la vacunación es una de las intervenciones de salud pública más efectivas.
La pandemia de COVID-19 ha exacerbado esta crisis, interrumpiendo los programas de inmunización rutinarios y poniendo en riesgo los objetivos globales de vacunación establecidos para 2030. La investigación destaca que 21 de 36 países ricos también han visto descensos en la cobertura de vacunas esenciales, lo que pone de manifiesto que la problemática no es exclusiva de las naciones en desarrollo.
**Impacto de la Desinformación y la Necesidad de Estrategias Efectivas**
El estudio enfatiza la necesidad de implementar estrategias específicas y equitativas para revertir esta tendencia. La desinformación y las dudas sobre las vacunas son factores que contribuyen a la disminución de la cobertura. Por lo tanto, es crucial fortalecer la atención primaria de salud y combatir activamente la desinformación para asegurar que más niños reciban las vacunas necesarias.
A pesar de los desafíos recientes, el estudio también resalta los logros alcanzados en las últimas décadas. Desde 1980 hasta 2023, la tasa de vacunación se duplicó para enfermedades como el sarampión, la poliomielitis y el tétanos. El número de «niños de dosis cero» –aquellos que no han recibido ninguna vacuna básica– disminuyó de 58,8 millones en 1980 a 14,7 millones en 2019. Sin embargo, tras la pandemia, esta cifra ha vuelto a aumentar, alcanzando 15,7 millones en 2023.
Más de la mitad de estos niños se encuentran en solo ocho países: Nigeria, India, República Democrática del Congo, Etiopía, Somalia, Sudán, Indonesia y Brasil. Esto pone de relieve la necesidad de un enfoque global que aborde las desigualdades en el acceso a la vacunación.
**Cumbres Internacionales y Compromisos Políticos**
El estudio se publica en un momento crítico, justo antes de una cumbre de alto nivel sobre financiación de la Alianza para la Vacunación (Gavi). Esta cumbre tiene como objetivo movilizar fondos y compromisos políticos para revertir la preocupante tendencia en la vacunación infantil. El autor principal del estudio, Jonathan Mosser, de la Universidad de Washington, señala que, a pesar de los esfuerzos monumentales de las últimas décadas, los avances en la vacunación no han sido universales, y un gran número de niños sigue sin recibir las vacunas necesarias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en 2019 la Agenda de Inmunización 2030 (AI2030), con el objetivo de reducir a la mitad el número de niños con dosis cero. Sin embargo, los recientes brotes de enfermedades prevenibles, como el sarampión, evidencian las desigualdades persistentes en el acceso a la inmunización. En 2024, los contagios por sarampión se multiplicaron casi por diez en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo, mientras que en Estados Unidos se superaron los 1.000 casos confirmados en 30 estados, más que en todo el año anterior.
El informe también destaca que solo la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina tiene posibilidades de alcanzar el objetivo de cobertura mundial del 90% para 2030, y eso solo en un escenario optimista. Desde su creación en 1974, el Programa Ampliado de Inmunización de la OMS ha sido clave en este progreso, logrando inmunizar a más de 4.000 millones de niños y evitando la muerte de aproximadamente 154 millones de ellos. Sin embargo, el camino hacia la inmunización universal sigue siendo un desafío monumental que requiere atención inmediata y acción coordinada a nivel global.