La economía de Málaga se perfila como una de las más dinámicas de España, con proyecciones que superan la media nacional. Recientemente, el Colegio de Economistas de Málaga y Analistas Económicos de Andalucía han presentado sus estimaciones sobre el crecimiento del PIB en la provincia, revelando cifras que destacan la fortaleza económica de la región en comparación con otras provincias andaluzas y el resto del país.
**Crecimiento Sostenido y Comparaciones Regionales**
Según el Colegio de Economistas, se espera que la economía malagueña crezca un 2,8% en 2025, lo que contrasta con el 2,2% proyectado para Andalucía y el 2,6% para el conjunto de España. Por su parte, Analistas Económicos de Andalucía ha elevado su previsión para Málaga a un 3,5%, lo que la posiciona como la provincia con mayor crecimiento en la comunidad autónoma. Este crecimiento se debe a varios factores, entre los que destacan la demanda interna, el auge del turismo y la mejora en el mercado laboral.
En el año 2024, Málaga ya había mostrado un crecimiento notable del 4,4%, superando a provincias como Sevilla y Almería, que crecieron un 3,3%. Este desempeño resalta la capacidad de Málaga para atraer inversiones y fomentar un entorno empresarial favorable. Sin embargo, se anticipa que el crecimiento podría moderarse en el futuro cercano debido a factores externos, como la guerra comercial iniciada por Estados Unidos, que podría impactar negativamente en la economía global.
**Desafíos Estructurales y Oportunidades**
A pesar de las proyecciones optimistas, los economistas han señalado varios desafíos que podrían afectar el crecimiento sostenido de la economía malagueña. Uno de los problemas más destacados es la inflación, que se encuentra por encima de la media nacional, así como la escasez de vivienda asequible. La falta de infraestructuras de transporte también se ha mencionado como un obstáculo significativo para el desarrollo económico. Manuel Méndez, decano del Colegio de Economistas, enfatizó la necesidad de mejorar las infraestructuras para facilitar el transporte y la movilidad de la población, lo que a su vez podría impulsar el crecimiento en áreas menos desarrolladas de la provincia.
Además, la dependencia del sector turístico plantea riesgos, especialmente en un contexto donde los precios de los alojamientos han aumentado considerablemente. La reducción del 10% en el número de viajeros alojados en el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior, es un indicativo de que el mercado turístico podría estar alcanzando un punto de saturación. Esto podría llevar a una reevaluación de las estrategias de precios y marketing para atraer tanto a turistas nacionales como internacionales.
El mercado laboral en Málaga también presenta una imagen mixta. Aunque la creación de empleo ha superado la media andaluza, con un aumento proyectado del 2% en el número de ocupados, la tasa de desempleo sigue siendo un tema de preocupación. La confianza empresarial se mantiene alta, pero los economistas advierten que es crucial abordar los problemas estructurales para asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo.
**Perspectivas Futuras y Recomendaciones**
Las proyecciones para 2026 indican un crecimiento más moderado, con estimaciones que apuntan a un 1,9% para Andalucía, cifra que se asemeja a la media nacional. Este escenario plantea la necesidad de implementar reformas estructurales que fortalezcan la economía malagueña y la hagan más resiliente ante choques externos. Los economistas sugieren que es fundamental actuar en áreas como la vivienda, la infraestructura y la productividad para mantener la competitividad de la provincia.
El Colegio de Economistas ha subrayado que, aunque la guerra comercial y otros factores de incertidumbre representan riesgos significativos, la economía malagueña tiene el potencial de seguir creciendo si se gestionan adecuadamente estos desafíos. La colaboración entre el sector público y privado será esencial para fomentar un entorno que promueva la inversión y el desarrollo sostenible.
En resumen, Málaga se encuentra en una posición privilegiada para continuar su trayectoria de crecimiento, pero es imperativo que se aborden los problemas estructurales y se adapten las estrategias económicas a las realidades cambiantes del mercado global. La combinación de un entorno empresarial favorable, una población activa dinámica y la capacidad de adaptación a los desafíos emergentes serán claves para el futuro económico de la provincia.