La vivienda ha sido un tema central en la política y la economía de muchos países, y España no es la excepción. En un contexto donde el acceso a la vivienda se ha convertido en un desafío para amplios sectores de la población, es crucial replantear cómo entendemos y abordamos este tema. José Manuel López Rodrigo, ingeniero y urbanista, ha publicado un libro titulado «Casas. Hacer política con (la, nuestra, tu) vivienda», donde propone una nueva perspectiva sobre la vivienda, sugiriendo que debemos hablar de «casas» en lugar de «viviendas». Esta distinción, aunque sutil, tiene implicaciones profundas en la forma en que concebimos el derecho a un hogar y la política de vivienda en general.
### La Casa como Concepto Vital
López Rodrigo argumenta que el término «casa» encapsula mejor la idea de un espacio donde se construyen proyectos de vida, en contraste con «vivienda», que a menudo se asocia con ladrillos y estructuras físicas. En su opinión, la vivienda debe ser vista como un ecosistema que involucra a todos los actores de la sociedad. Este enfoque es especialmente relevante en un momento en que el acceso a la vivienda se ha vuelto problemático incluso para aquellos que se consideran de clase media. La crisis de la vivienda no solo afecta a los jóvenes o a las personas vulnerables, sino que se ha convertido en un problema generalizado que requiere atención urgente.
El urbanista señala que la mayoría de las personas en España viven en pisos, y muchos de ellos son mayores que enfrentan dificultades para acceder a sus hogares debido a la falta de ascensores y otras comodidades. Además, la vivienda tiene un impacto significativo en el medio ambiente, siendo responsable de una gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, es esencial que las políticas de vivienda no solo se centren en el acceso, sino también en el uso eficiente y sostenible de los recursos.
### La Política de Vivienda como Cuestión de Estado
López Rodrigo también plantea que la política de vivienda debería ser considerada una cuestión de Estado, no de partidos. Esto implica que las decisiones sobre vivienda deben ser tomadas con una visión a largo plazo, independientemente de los ciclos electorales. En este sentido, sugiere que se debe incluir la vivienda en el ámbito de la política pública, donde se priorice el bienestar de la sociedad en su conjunto.
El autor destaca que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha proyectado que para el año 2039, España pasará de tener 19,3 millones de hogares a 23 millones. Esta proyección indica que la mitad de la población sobrevivirá con un solo salario, lo que hace que el acceso a la vivienda sea un tema crítico. La falta de un enfoque coordinado entre las diferentes administraciones ha llevado a una fragmentación en la política de vivienda, lo que dificulta la implementación de soluciones efectivas.
López Rodrigo también reflexiona sobre el recorrido histórico que ha llevado a la pérdida de control público sobre la vivienda en España. Desde la década de 1960, cuando se establecieron las primeras políticas de vivienda, hasta la actualidad, ha habido un cambio significativo en la forma en que se concibe la propiedad y el alquiler. En la actualidad, el 75% de la población vive en propiedad, mientras que solo el 25% vive en alquiler. Este cambio ha transformado la vivienda en un vehículo de ahorro, lo que ha llevado a una mayor desigualdad y a la especulación en el mercado inmobiliario.
### Propuestas para un Futuro Sostenible
En su libro, López Rodrigo propone varias soluciones para abordar la crisis de la vivienda. Una de las ideas más innovadoras es la creación de una agencia pública de alquiler que gestione las viviendas vacías y las ponga a disposición de quienes las necesitan. Esta agencia podría ofrecer seguridad a los propietarios, garantizando que sus propiedades sean alquiladas de manera segura y eficiente. Además, sugiere la creación de un fondo público de inversión para la construcción y rehabilitación de viviendas, similar a modelos que ya existen en otros países.
La rehabilitación de viviendas es otro aspecto crucial que aborda el autor. En España, se estima que el 90% de las viviendas necesitan algún tipo de rehabilitación. López Rodrigo propone un modelo de «rehabilitación hacia arriba», donde se permita a los propietarios construir nuevas plantas en sus edificios, generando así más espacio habitable y mejorando la eficiencia energética de los mismos. Esta estrategia no solo aumentaría la oferta de vivienda, sino que también podría generar ingresos para el Estado a través de las plusvalías generadas.
Además, el autor enfatiza la importancia de un sistema fiscal que apoye las políticas de vivienda. Esto incluye la necesidad de gravar las viviendas vacías y de ajustar los impuestos sobre el alquiler turístico para fomentar el alquiler regular. La idea es utilizar la fiscalidad como una herramienta para incentivar comportamientos que beneficien a la sociedad en su conjunto.
### La Importancia de los Datos en la Toma de Decisiones
Un aspecto que López Rodrigo considera fundamental es la necesidad de contar con datos precisos y accesibles sobre la situación de la vivienda en España. Actualmente, existe una gran cantidad de información contradictoria y poco clara, lo que dificulta la formulación de políticas efectivas. La falta de datos confiables puede llevar a la propagación de mitos y bulos, como el miedo a las okupaciones, que a menudo distorsiona la realidad del mercado de la vivienda.
El autor propone que se establezcan mecanismos claros para la recopilación y difusión de datos sobre la vivienda, lo que permitiría a los responsables de la política pública tomar decisiones informadas y basadas en evidencia. Esto no solo ayudaría a desmitificar ciertos aspectos del mercado de la vivienda, sino que también facilitaría la identificación de áreas que requieren atención urgente.
### Un Cambio de Narrativa
Finalmente, López Rodrigo aboga por un cambio en la narrativa en torno a la vivienda. En lugar de perpetuar un relato pesimista sobre la crisis de la vivienda, es necesario adoptar una perspectiva más ambiciosa y esperanzadora. Esto implica trabajar con datos y pronósticos, en lugar de depender de suposiciones y presentimientos. La esperanza, según el autor, es una fuerza proactiva que puede impulsar cambios significativos en la forma en que se aborda la vivienda en España.
En resumen, el libro de José Manuel López Rodrigo ofrece una visión integral y renovadora sobre la vivienda, proponiendo un enfoque que prioriza el bienestar social y la sostenibilidad. Al replantear la forma en que hablamos de casas y viviendas, así como al considerar la política de vivienda como una cuestión de Estado, se abre la puerta a soluciones innovadoras que podrían transformar el panorama habitacional en España.
