La empresa NTT Data ha estado en el centro de la atención mediática en los últimos años, especialmente por su papel en la gestión de los sistemas de información del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Desde 2022, esta multinacional japonesa ha estado a cargo de la administración de estos sistemas, un contrato que se ha prorrogado hasta 2027 y que le reportará más de 48 millones de euros. Sin embargo, su historia está marcada por controversias, incluyendo su participación en un cártel que manipuló contratos públicos durante más de una década.
### La Trayectoria de NTT Data en el Sector Público
NTT Data, que anteriormente operaba bajo el nombre de Everis Spain, ha sido un actor clave en el ámbito de la tecnología para las administraciones públicas en España. Desde 2015, ha recibido un total de 16 contratos del SAS, acumulando un valor de más de 100 millones de euros. Este éxito en la obtención de contratos no es fortuito; la empresa ha sido reconocida como el segundo mayor adjudicatario tecnológico en 2024, solo superada por Indra Sistemas, con un total de 107 millones de euros en contratos públicos.
La empresa japonesa, que cuenta con una plantilla de 200,000 empleados y una facturación superior a los 26,000 millones de euros, ha diversificado su cartera de clientes en el sector público. Ha trabajado con entidades como Aena, Adif, Renfe y el Banco de España, entre otros. Esta amplia gama de contratos refleja su capacidad para ofrecer soluciones tecnológicas adaptadas a las necesidades de las administraciones.
Sin embargo, la historia de NTT Data no está exenta de polémica. En 2018, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) multó a la empresa, junto con otras diez compañías tecnológicas, por haber establecido un cártel que manipulaba el mercado de las administraciones públicas. Este cártel, que operó durante 15 años, se dedicaba a repartirse contratos y a fijar precios, lo que generó un impacto negativo en la competencia y en la transparencia del sector.
### Controversias y Desafíos en la Gestión de los Cribados de Cáncer
Uno de los escándalos más recientes que ha involucrado a NTT Data es el relacionado con la gestión de los cribados de cáncer en Andalucía. La empresa ha sido criticada por su papel en la comunicación con las pacientes, ya que, según sus declaraciones, no es responsable de avisar a los pacientes sobre el seguimiento de sus pruebas. Esta situación ha generado preocupación entre la población, especialmente en un contexto donde la detección temprana del cáncer es crucial para el tratamiento y la recuperación.
NTT Data subcontrató a GESI, una empresa que también ha estado en el centro de la controversia, para gestionar el programa de detección precoz del cáncer. La elección de GESI como subcontratista ha sido cuestionada, dado que esta empresa había sido anteriormente la titular del contrato y competidora de NTT Data en la licitación. A pesar de las críticas, NTT Data ha defendido su gestión, argumentando que su responsabilidad se limita a la evolución y mantenimiento de los sistemas de información, y no a la comunicación directa con los pacientes.
Este escándalo ha puesto de relieve la necesidad de una mayor transparencia y responsabilidad en la gestión de los servicios de salud pública. La falta de comunicación efectiva entre las empresas contratistas y los pacientes puede tener consecuencias graves, especialmente en un área tan sensible como la salud. La Junta de Andalucía, por su parte, ha respaldado a NTT Data y GESI, lo que ha generado aún más críticas sobre la gestión de los contratos públicos y la supervisión de las empresas que operan en este sector.
### La Puerta Giratoria y el Papel de Eduardo Serra
Un aspecto que ha llamado la atención en la trayectoria de NTT Data es la figura de Eduardo Serra, exministro de Defensa y presidente de la división española de la empresa desde 2018 hasta 2024. Serra ha sido un ejemplo notable de lo que se conoce como «puerta giratoria», donde altos funcionarios públicos pasan a ocupar posiciones en empresas privadas, a menudo en sectores que regulaban anteriormente.
Tras su paso por el gobierno, Serra ha ocupado puestos en diversas empresas y fundaciones, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la ética y la transparencia en la relación entre el sector público y privado. Su papel en NTT Data ha sido objeto de escrutinio, especialmente en el contexto de las controversias que rodean a la empresa. La relación de Serra con NTT Data y su influencia en la obtención de contratos públicos han sido cuestionadas, lo que plantea interrogantes sobre la integridad del proceso de adjudicación de contratos en el sector público.
Además, Serra ha enfrentado problemas legales relacionados con su gestión financiera, incluyendo un caso de fraude fiscal que resultó en una condena por parte de la Audiencia Nacional. Este tipo de situaciones no solo afectan la reputación de la empresa, sino que también generan desconfianza en la gestión de los recursos públicos.
### Implicaciones para el Futuro de la Gestión Pública
La situación de NTT Data y su relación con el Servicio Andaluz de Salud pone de manifiesto la necesidad de una revisión exhaustiva de los procesos de contratación pública en España. La falta de competencia y la manipulación de contratos pueden tener un impacto significativo en la calidad de los servicios ofrecidos a la ciudadanía. Además, la transparencia en la gestión de estos contratos es fundamental para restaurar la confianza en las instituciones públicas.
La creciente preocupación por la ética en la gestión pública y la relación entre el sector público y privado subraya la importancia de establecer mecanismos de control más estrictos. La implementación de políticas que promuevan la transparencia y la rendición de cuentas es esencial para garantizar que las empresas que operan en el sector público actúen en el mejor interés de la ciudadanía.
En un contexto donde la tecnología juega un papel cada vez más importante en la gestión de servicios públicos, es crucial que las empresas que se encargan de estos sistemas sean evaluadas no solo por su capacidad técnica, sino también por su compromiso con la ética y la responsabilidad social. La confianza de la ciudadanía en sus instituciones depende de la capacidad de estas empresas para operar de manera transparente y responsable.
