El conflicto del Sáhara Occidental ha perdurado durante más de cinco décadas, marcando la historia de la región y afectando a miles de personas. Desde la Marcha Verde de 1975, cuando Marruecos ocupó el territorio, hasta la actualidad, la lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui sigue siendo un tema candente en la política internacional. En este contexto, la reciente renovación del mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) ha generado un nuevo debate sobre el futuro de esta región y el papel de la comunidad internacional.
La situación actual del Sáhara Occidental es compleja y está marcada por la falta de avances significativos hacia un referéndum que permita al pueblo saharaui decidir su futuro. La resolución más reciente del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el 31 de octubre de 2025, ha propuesto el plan de autonomía de Marruecos como un punto de partida para las negociaciones. Sin embargo, esta decisión ha sido criticada por muchos, incluidos los representantes del Frente Polisario, quienes argumentan que la propuesta no respeta el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación.
### La Marcha Verde y sus Consecuencias
La Marcha Verde, que tuvo lugar el 6 de noviembre de 1975, fue un evento clave que marcó el inicio de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental. Este movimiento, organizado por el rey Hassan II de Marruecos, consistió en una movilización masiva de ciudadanos marroquíes hacia el Sáhara, con el objetivo de reclamar la soberanía sobre el territorio. La ocupación resultante llevó a la creación de un conflicto prolongado entre Marruecos y el Frente Polisario, que lucha por la independencia del Sáhara Occidental.
Desde la ocupación, la situación de los saharauis ha sido crítica. Muchos han sido desplazados y viven en campos de refugiados en Argelia, donde enfrentan condiciones difíciles. A pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional y de organizaciones humanitarias, la población saharaui sigue dependiendo de la ayuda humanitaria y enfrenta una falta de acceso a servicios básicos.
La reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU ha sido vista como un cambio en la narrativa del conflicto. Al considerar el plan de Marruecos como un punto de partida para las negociaciones, muchos temen que se esté legitimando la ocupación marroquí y se esté ignorando el derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro. La inclusión de esta propuesta ha generado un debate intenso sobre la legalidad y la moralidad de tal enfoque, especialmente dado que Marruecos no tiene un mandato administrativo sobre el Sáhara Occidental, según la Corte Internacional de Justicia y las resoluciones de la ONU.
### La Resistencia Saharaui y el Papel de la Comunidad Internacional
A pesar de las adversidades, el pueblo saharaui y el Frente Polisario continúan luchando por sus derechos. La resistencia se manifiesta no solo a través de la diplomacia, sino también mediante la movilización de la comunidad internacional para que reconozca su derecho a la autodeterminación. La situación en los territorios ocupados es alarmante, con informes de violaciones de derechos humanos y represión por parte de las fuerzas marroquíes. Las organizaciones de derechos humanos han documentado un patrón de violencia y represión que busca silenciar cualquier forma de disidencia.
El papel de la comunidad internacional es crucial en este contexto. La ONU, como garante del derecho internacional, debe asegurar que se respeten los derechos del pueblo saharaui y que se lleve a cabo un referéndum justo y libre. Sin embargo, la política exterior de potencias como Estados Unidos y Francia ha complicado la situación. La decisión de Estados Unidos en 2020 de reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental ha sido un golpe para la causa saharaui y ha generado tensiones en la región.
La relación entre el Frente Polisario y otros actores internacionales, como Rusia y China, también es significativa. Ambos países han mostrado su apoyo a la causa saharaui en el Consejo de Seguridad, abogando por una solución que garantice la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental. Este apoyo es vital, especialmente en un contexto donde las decisiones políticas pueden estar influenciadas por intereses geoestratégicos.
El futuro del Sáhara Occidental sigue siendo incierto. La lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui es un recordatorio de que los conflictos de descolonización no se resuelven fácilmente y requieren un compromiso genuino por parte de la comunidad internacional. La historia del Sáhara Occidental es una lección sobre la importancia de la justicia, la paz y el respeto por los derechos humanos en la búsqueda de soluciones duraderas a los conflictos.
En este contexto, es fundamental que la comunidad internacional no ignore las voces del pueblo saharaui y que se comprometa a trabajar hacia una solución que respete su derecho a la autodeterminación. La historia del Sáhara Occidental es un testimonio de la resistencia y la lucha por la justicia, y es un llamado a la acción para todos aquellos que creen en la libertad y la dignidad de los pueblos.