La operadora española Telefónica ha tomado una decisión significativa que ha impactado su valor en bolsa, al anunciar un recorte del 50% en su dividendo para el año 2026. Este anuncio se produce en el contexto de un nuevo plan estratégico que busca reducir la creciente deuda de la compañía y prepararse para posibles oportunidades de fusiones y adquisiciones. En este artículo, exploraremos los detalles de esta estrategia y su impacto en el mercado.
**Recorte de Dividendos y Estrategia Financiera**
Telefónica ha decidido reducir su dividendo a 0,15 euros por acción en 2026, en comparación con los 0,30 euros que se pagarán en 2025. Esta medida es parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la salud financiera de la empresa, que actualmente enfrenta una deuda neta de 28.200 millones de euros, un aumento respecto a los 27.600 millones de euros de junio. La compañía espera que esta reducción en el dividendo le permita disminuir su ratio de deuda neta sobre el resultado operativo (EBITDA) a 2,5 veces, desde las 2,9 veces actuales.
El presidente ejecutivo de Telefónica, Marc Murtra, ha destacado que la política de dividendos es fundamental en la estrategia de asignación de capital de la empresa. Según Murtra, la remuneración a los accionistas para los ejercicios de 2027 y 2028 dependerá del flujo de caja libre, con un rango estimado entre el 40% y el 60%. Esto significa que la capacidad de la compañía para pagar dividendos en el futuro estará directamente relacionada con su rendimiento financiero y su capacidad para generar efectivo.
**Perspectivas de Fusiones y Adquisiciones**
El nuevo plan estratégico de Telefónica, titulado «Transform & Grow» (Transformar y Crecer), ha sido aprobado por unanimidad por el consejo de administración y tiene como objetivo un crecimiento anual de ingresos de hasta el 3,5% para 2030. Para lograr esto, la compañía planea invertir 32.000 millones de euros entre 2026 y 2028 en áreas clave como redes de telecomunicaciones, automatización e inteligencia artificial. Además, se prevé una reducción del 25% en los costes operativos de su centro corporativo y unidades globales, lo que podría resultar en ahorros de hasta 2.010 millones de euros para 2030.
Telefónica también ha señalado su intención de promover la consolidación en los principales mercados europeos donde opera, como España, Alemania y el Reino Unido. Esto se debe a la creciente necesidad de alcanzar una escala que permita realizar las inversiones necesarias en los próximos años y aprovechar las oportunidades que surjan en el mercado. Según un informe de Oliver Wyman, el sector europeo de telecomunicaciones está a punto de experimentar una ola de fusiones y adquisiciones debido a la madurez del mercado y la fragmentación del sector.
Entre las posibles operaciones que se han mencionado, se encuentra la adquisición del negocio de Vodafone en España, así como la compra del grupo Digi. También se especula sobre la posibilidad de adquirir 1&1 en Alemania y Netomnia en el Reino Unido. Sin embargo, hasta el momento, ninguna de estas operaciones ha sido confirmada por la empresa.
Murtra ha indicado que la compañía consideraría realizar una ampliación de capital si se presentara una operación de fusión o adquisición relevante. Esto implica que Telefónica está abierta a explorar oportunidades que sean rentables y que ofrezcan sinergias que permitan reducir costes. Sin embargo, cualquier operación deberá cumplir con criterios específicos, como un precio adecuado y condiciones favorables impuestas por las autoridades reguladoras.
**Impacto en el Mercado y Reacción de los Inversores**
La reacción del mercado a este anuncio ha sido negativa, con las acciones de Telefónica cayendo un 13,12% en la bolsa, alcanzando un precio de 3,729 euros por acción. Esta caída representa una pérdida de aproximadamente 3.000 millones de euros en valor de mercado, lo que ha llevado a la capitalización bursátil de la empresa a cerrar en 21.144 millones de euros. Este desplome en el valor de las acciones es el más significativo desde marzo de 2020, cuando la compañía experimentó una caída similar debido al impacto de la pandemia de COVID-19.
La decisión de recortar el dividendo y la presentación de resultados del tercer trimestre han generado preocupación entre los inversores, quienes están atentos a cómo la compañía manejará su deuda y sus planes de crecimiento en un entorno de mercado cada vez más competitivo. La presión sobre los márgenes de la empresa, derivada del aumento de costes como los de mano de obra y espectro radioeléctrico, ha llevado a Murtra a enfatizar la necesidad de cambiar la estructura de gastos para evitar que los márgenes se vean afectados.
En resumen, el nuevo plan estratégico de Telefónica, que incluye un recorte significativo en los dividendos y un enfoque en la reducción de deuda, ha generado un impacto inmediato en el mercado, reflejando la incertidumbre que rodea a la operadora en un sector en constante evolución.
