La situación del tráfico en Málaga ha alcanzado un nuevo nivel de tensión política tras el reciente colapso en la A-7, que ha generado largas colas y retrasos significativos para los ciudadanos. Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga y alcalde de Rincón de la Victoria, ha exigido la dimisión del subdelegado del Gobierno en la provincia, Javier Salas, argumentando que su gestión ha sido ineficaz y ha contribuido a la crisis de movilidad en la región. Esta situación ha desatado una serie de acusaciones mutuas entre los líderes políticos, reflejando la creciente frustración de los ciudadanos ante los problemas de tráfico que afectan su vida diaria.
La mañana del jueves, un camión averiado en la A-7 provocó un caos vehicular que se extendió por kilómetros, afectando a miles de conductores que intentaban llegar a sus trabajos y centros educativos. Salado no dudó en utilizar sus redes sociales para expresar su indignación, señalando que la falta de acción por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Subdelegación del Gobierno fue inaceptable. Según él, la incapacidad para retirar el camión averiado durante horas es un claro ejemplo de la desidia del Gobierno, que ha dejado a la provincia sin las inversiones necesarias para mejorar la infraestructura vial.
### La Respuesta del Subdelegado del Gobierno
Javier Salas, por su parte, ha respondido a las acusaciones de Salado con una defensa de su gestión y un ataque a la administración regional. En su opinión, la falta de soluciones efectivas en materia de movilidad no solo es responsabilidad del Gobierno central, sino que también recae sobre la Junta de Andalucía, que ha incumplido sus promesas de inversión en infraestructuras. Salas ha recordado que, bajo el mandato del PP, no se ha avanzado en proyectos clave como el metro al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), lo que ha contribuido a la congestión del tráfico en la provincia.
El subdelegado ha enfatizado que la solución a los problemas de movilidad no se limita a la construcción de nuevas infraestructuras, sino que también requiere una planificación adecuada del transporte metropolitano. Según Salas, la Junta ha dejado de lado la mejora del transporte público, lo que ha llevado a un aumento en el uso del automóvil y, por ende, a un incremento en los atascos. Además, ha señalado que los alcaldes de las grandes ciudades gobernadas por el PP también deberían asumir responsabilidades por la falta de aparcamientos disuasorios y la inadecuada gestión del tráfico en sus municipios.
### Propuestas para Mejorar la Movilidad
Ante esta crisis, Salado ha propuesto varias medidas que, según él, podrían aliviar la situación del tráfico en Málaga. Entre ellas, destaca la necesidad de implementar un tercer carril en la A-7 y la creación de un sistema de grúas que pueda intervenir rápidamente en caso de averías o accidentes. Estas propuestas, según el presidente de la Diputación, son urgentes y deberían ser consideradas por el Gobierno para evitar que situaciones como la del jueves se repitan en el futuro.
Sin embargo, Salas ha cuestionado la viabilidad de estas propuestas, argumentando que la solución a largo plazo requiere una inversión significativa en infraestructura y una planificación adecuada. Ha instado a Salado y a otros líderes del PP a trabajar en conjunto para abordar los problemas de movilidad en lugar de intercambiar acusaciones. En su opinión, la colaboración entre las diferentes administraciones es esencial para encontrar soluciones efectivas que beneficien a los ciudadanos.
La tensión entre ambos políticos refleja un problema más amplio en la gestión del tráfico y la movilidad en Málaga, donde los ciudadanos se sienten cada vez más frustrados por la falta de soluciones efectivas. La situación actual no solo afecta a quienes utilizan la A-7, sino que también tiene un impacto en la calidad de vida de los malagueños, quienes enfrentan retrasos diarios en sus desplazamientos.
A medida que la controversia entre Salado y Salas continúa, los ciudadanos de Málaga esperan que se tomen medidas concretas para abordar los problemas de tráfico que han afectado a la provincia durante años. La falta de inversión y planificación en infraestructuras viales ha llevado a una crisis que requiere atención inmediata, y la presión sobre los líderes políticos para que actúen se intensifica con cada nuevo atasco. En este contexto, la colaboración entre las diferentes administraciones se presenta como una necesidad urgente para mejorar la movilidad y la calidad de vida en Málaga.
