El mes de octubre trae consigo no solo la caída de las hojas y el descenso de las temperaturas, sino también el cambio de hora que afecta a muchas personas. Durante la noche del último sábado de octubre, los relojes se retrasan una hora para adaptarse al horario de invierno. Este ajuste temporal puede provocar una notable disminución de energía y vitalidad en la población, fenómeno que ha sido denominado como «pereza otoñal». Un estudio reciente realizado por el Museo de la Felicidad revela que un 71,8 % de los jóvenes se siente más cansado tras el cambio de hora, un porcentaje que supera al de otros grupos de edad.
### Efectos del Cambio de Hora en Diferentes Grupos de Edad
La investigación, que incluyó a más de 3.000 visitantes del museo, muestra que los efectos del cambio de hora varían significativamente entre generaciones. Los jóvenes, especialmente aquellos entre 13 y 25 años, tienden a experimentar síntomas físicos como cansancio persistente, somnolencia y falta de energía. En contraste, las personas mayores de 60 años reportan síntomas más emocionales, como apatía y tristeza. Sin embargo, un 44 % de este grupo mayor utiliza técnicas de visualización positiva para enfrentar los días más grises del otoño.
Pablo Claver, psicólogo y fundador del Museo de la Felicidad, explica que el cambio de hora puede alterar nuestro reloj interno, generando fatiga o desánimo temporal. Sin embargo, sugiere que pequeñas acciones conscientes, como cuidar las rutinas diarias, aprovechar la luz del día y mantener el contacto social, pueden ayudar a reequilibrar tanto el cuerpo como la mente. Claver enfatiza que la actitud con la que enfrentamos el otoño es crucial: «El bienestar no depende únicamente de la estación, sino de cómo vivimos cada momento. El otoño puede ser una oportunidad para reconectar con uno mismo y disfrutar del tiempo libre de una manera diferente».
A pesar del descenso generalizado en el ánimo, el estudio también revela un dato alentador: un 10 % de los participantes considera que el otoño es su estación favorita. Para ellos, esta época representa una oportunidad para ralentizar el ritmo de vida, cultivar la introspección y disfrutar de un ocio más tranquilo.
### Alteraciones en el Ritmo Circadiano
El cambio de hora en octubre tiene un impacto directo en el ritmo circadiano de las personas. Según el doctor Fernando Baixauli, pediatra y especialista en salud del sueño, cada individuo posee un reloj biológico que se ajusta a los cambios de luz solar y otros estímulos del entorno, como la alimentación y las rutinas diarias. Este reloj interno regula un ciclo diario que afecta los niveles hormonales, y cuando se produce un cambio en la luz externa, puede afectar al organismo de diversas maneras.
Los efectos del cambio horario pueden variar de una persona a otra, pero en algunos casos, especialmente en niños, se pueden observar signos como bajo rendimiento en las tareas diarias, problemas de atención, irritabilidad y somnolencia. La doctora Vanesa Fernández, psicóloga de la clínica Blue Healthcare, añade que esta alteración, aunque mínima, puede provocar insomnio, dificultad para conciliar el sueño y un aumento de la sensación de cansancio por las mañanas. Esto se traduce en una ruptura de la rutina del sueño, lo que impide un descanso adecuado, similar a los efectos del jet lag que se experimentan al viajar a través de diferentes husos horarios.
Además, la reducción de horas de luz tiene un impacto significativo en la salud mental. La doctora Fernández señala que la disminución de la luz solar puede contribuir a un aumento en los trastornos depresivos, aunque no necesariamente se trate de un trastorno clínico. La gente tiende a sentirse más desanimada, apática o perezosa durante estos meses. Para contrarrestar estos efectos, los expertos recomiendan aprovechar al máximo la luz natural durante el día y mantener rutinas activas que ayuden a mitigar el impacto del menor nivel de luminosidad.
En resumen, el cambio de hora no solo afecta nuestro reloj biológico, sino que también tiene repercusiones en nuestro estado de ánimo y bienestar general. Conociendo estos efectos, es posible adoptar estrategias que nos ayuden a adaptarnos mejor a esta transición estacional y a mantener un equilibrio emocional y físico durante los meses más oscuros del año.
