La situación en Gaza ha alcanzado niveles de desesperación inimaginables, donde el día a día se convierte en una lucha constante por la supervivencia. Ali Ibrahim Al-Athamna, un joven ingeniero de 30 años, comparte su desgarrador testimonio sobre cómo la guerra ha transformado su vida y la de su familia. Desde el inicio de la ofensiva israelí, los bombardeos han sido una presencia constante, convirtiendo su hogar en un campo de batalla. «Los ataques aéreos se han convertido en un evento diario. Vemos la muerte a diario, los misiles caen como lluvia sobre casas y edificios», relata Ali, quien ha perdido todo lo que conocía y amaba.
La vida de Ali antes del conflicto era tranquila. Residía en Jan Yunis con su esposa Najab y sus tres hijos: Lamia, Habeeba y Adi. Sin embargo, la guerra ha cambiado drásticamente su realidad. Desde que comenzó la ofensiva, Ali ha sido testigo de la devastación que ha dejado el conflicto. «Me siento dentro de una película bélica o de terror de Hollywood, pero aquí el sufrimiento no es ficción», expresa con una mezcla de tristeza y resignación. La noche del 28 de enero del año pasado, su vida dio un giro trágico. Tras salir a vigilar los movimientos del ejército, su amigo Hussam le aconsejó que se quedara en un lugar más seguro. Esa decisión le salvó la vida, ya que al regresar a su hogar, encontró que había sido reducido a escombros.
La situación humanitaria en Gaza es alarmante. Según datos de Naciones Unidas, el 92% de las viviendas han quedado inhabitables debido a los ataques. Ali y su familia se vieron obligados a huir hacia el Hospital Nasser, uno de los pocos lugares que aún se consideraban seguros. Sin embargo, incluso esos refugios han sido atacados. La vida en el hospital se convirtió en un calvario, donde la escasez de alimentos y medicinas se sumó al constante miedo a los bombardeos. «Pasamos semanas en el hospital, pero el terror nunca cesó», recuerda Ali.
La guerra ha impuesto una nueva forma de sufrimiento: la guerra del hambre. El cierre de los pasos fronterizos y la prohibición de ingreso de ayuda humanitaria han dejado a la población sin acceso a alimentos y medicinas. Ali describe cómo un saco de harina de 25 kilos llegó a costar 900 dólares, y un kilo de lentejas alcanzó los 28 dólares. «Yo finjo comer para que mis hijos tengan suficiente alimento porque solo hay una comida al día. Ahora es normal ver a gente desmayarse de hambre en las calles», confiesa. La desesperación se ha apoderado de Gaza, donde el derecho a la vida se ha convertido en un lujo inalcanzable.
A pesar de la adversidad, Ali ha querido usar su voz para agradecer a la sociedad española por su apoyo al pueblo palestino. Viste con orgullo la camiseta de la selección española como símbolo de gratitud. «Agradecemos con profunda gratitud la Global Sumud Flotilla, la noble iniciativa que partió desde tierras de los libres, incluyendo España, Italia, Marruecos, Malasia y Túnez, para apoyarnos en Gaza», expresa en una carta dirigida a las autoridades y medios españoles. Su mensaje es claro: a pesar del sufrimiento, la esperanza de un futuro mejor persiste.
La historia de Ali es solo una de muchas que ilustran la cruda realidad de Gaza. La comunidad internacional ha sido testigo del sufrimiento de los gazatíes, pero la respuesta ha sido insuficiente. La falta de corredores seguros para los civiles y el cierre de fronteras han dejado a la población atrapada en un ciclo de violencia y desesperación. Ali plantea una pregunta crucial: «¿Por qué en otros conflictos existen corredores seguros para los civiles, y en Gaza se nos niega incluso la posibilidad de huir?». Su testimonio resuena como un llamado a la acción, un recordatorio de que la vida en Gaza es una lucha diaria por la supervivencia y la dignidad.
En medio de la devastación, la historia de Ali y su familia es un testimonio de resistencia y esperanza. A pesar de las circunstancias, su gratitud hacia aquellos que apoyan la causa palestina es un rayo de luz en medio de la oscuridad. La comunidad internacional debe escuchar estas voces y actuar para poner fin a la tragedia que se desarrolla en Gaza. La vida de millones de personas depende de ello.