Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, afectando tanto a hombres como a mujeres. La identificación temprana de los síntomas y la intervención médica oportuna son fundamentales para reducir la mortalidad y prevenir complicaciones severas. Sin embargo, un estudio reciente ha revelado que más del 99 % de las personas que sufrieron un infarto, un accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca presentaban, al menos, un factor de riesgo por encima de los niveles óptimos. Esta investigación, realizada por Northwestern Medicine y la Universidad de Yonsei en Corea del Sur, ha desafiado la creencia de que estos eventos ocurren sin señales de advertencia previas.
### Factores de Riesgo Cardiovascular: Un Análisis Exhaustivo
El estudio se centró en cuatro factores de riesgo principales que son ampliamente reconocidos por la Asociación Americana del Corazón: presión arterial, colesterol, glucosa en sangre y tabaquismo. Se consideraron niveles no óptimos los siguientes:
– **Presión arterial**: ≥120/80 mm Hg o bajo tratamiento.
– **Colesterol total**: ≥200 mg/dL o bajo tratamiento.
– **Glucosa en ayunas**: ≥100 mg/dL, diagnóstico de diabetes o bajo tratamiento.
– **Consumo de tabaco**: actual o pasado.
Además, se evaluaron niveles clínicamente elevados, que incluyen presión arterial ≥140/90, colesterol ≥240, glucosa ≥126 y tabaquismo activo. Los resultados del estudio fueron contundentes en ambas cohortes, tanto en Corea del Sur como en Estados Unidos. Más del 99 % de quienes desarrollaron enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca o un accidente cerebrovascular ya tenían al menos un factor de riesgo no óptimo, y más del 93 % acumulaba dos o más.
La hipertensión se destacó como el factor más común, presente en más del 95 % de los pacientes en Corea del Sur y en más del 93 % en Estados Unidos. Este hallazgo es alarmante, especialmente considerando que incluso en mujeres menores de 60 años, que generalmente son consideradas de menor riesgo, más del 95 % presentaba al menos un indicador no óptimo antes de experimentar un evento cardiovascular. Al aplicar los umbrales clínicos más estrictos, la tendencia se mantuvo, con al menos 9 de cada 10 pacientes mostrando un factor de riesgo significativo antes de su primer episodio cardíaco.
### La Importancia de la Prevención y el Control de Factores de Riesgo
El Dr. Philip Greenland, profesor de cardiología en la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern, enfatiza que el estudio demuestra claramente que la exposición a uno o más factores de riesgo no óptimos está presente en casi el 100 % de los casos antes de un evento cardiovascular. Este hallazgo subraya la importancia de reforzar las estrategias de control sobre estos factores modificables, en lugar de distraerse con otros menos tratables o no causales.
La hipertensión, en particular, es un factor de riesgo que puede ser controlado a través de cambios en el estilo de vida y tratamiento médico. Mantener una presión arterial saludable es crucial para prevenir enfermedades cardiovasculares. Esto incluye adoptar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, evitar el consumo excesivo de alcohol y dejar de fumar. Además, es esencial realizar chequeos médicos regulares para monitorear la presión arterial y otros indicadores de salud.
El estudio también pone de relieve la necesidad de una mayor concienciación sobre los factores de riesgo cardiovascular. Muchas personas pueden no ser conscientes de que tienen hipertensión o niveles elevados de colesterol y glucosa. La educación sobre la salud cardiovascular debe ser una prioridad, tanto en el ámbito médico como en la comunidad en general. Las campañas de sensibilización pueden ayudar a las personas a reconocer los signos de advertencia y a buscar atención médica antes de que ocurra un evento grave.
El enfoque en la prevención es fundamental. Las intervenciones tempranas pueden marcar una gran diferencia en la salud cardiovascular de la población. Esto incluye no solo el tratamiento de los factores de riesgo existentes, sino también la promoción de hábitos saludables desde una edad temprana. Las escuelas, las comunidades y los sistemas de salud deben trabajar juntos para fomentar un entorno que apoye la salud cardiovascular.
En resumen, la hipertensión y otros factores de riesgo cardiovascular son problemas serios que requieren atención y acción. La investigación reciente ha demostrado que la mayoría de los eventos cardiovasculares son precedidos por indicadores de riesgo que pueden ser controlados. La clave está en la prevención y el manejo adecuado de estos factores, lo que puede salvar vidas y mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.