El 29 de septiembre de 2025, el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) conmemora su 90 aniversario desde su fundación en el barrio del Guinardó, en Barcelona. Este partido, que nació en un contexto de intensa lucha social y política, se ha mantenido como un referente del socialismo y el antifascismo en España. La Fundació Andreu Nin, que lleva el nombre de uno de sus fundadores, ha organizado una serie de jornadas conmemorativas que se extenderán durante todo el fin de semana, con el objetivo de recordar el legado del POUM y reflexionar sobre su relevancia en el contexto actual.
La historia del POUM está marcada por su oposición al estalinismo y su compromiso con un socialismo democrático y representativo. En sus inicios, el partido logró una notable representación parlamentaria en Catalunya y en el ámbito estatal, y su influencia se extendió a través de su brazo sindical, que alcanzó la mayoría en provincias como Lleida y Girona. Uno de los momentos más destacados de su historia fue la Guerra Civil Española, donde el POUM se convirtió en un símbolo de la revolución socialista traicionada, tal como lo retrató George Orwell en su obra «Homenaje a Catalunya».
Las jornadas de conmemoración, que comenzaron con un emotivo minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del genocidio en Palestina, buscan no solo recordar el pasado, sino también proyectar su legado hacia el futuro. Miguel Salas, miembro de la Fundación, destacó la importancia de la participación del POUM en las luchas sociales de su tiempo, enfatizando que «la historia de Barcelona y de Catalunya no se puede entender sin la aportación de las mujeres y los hombres del POUM».
La primera mesa de debate, titulada «La actualidad del legado del POUM», reunió a personalidades políticas como Gerardo Pisarello, Vidal Aragonès y Laura Camargo, quienes discutieron sobre la vigencia de las ideas del POUM en la actualidad. Pisarello subrayó que «las ideas del POUM siguen vigentes», resaltando la tradición socialista valiente y no sectaria que caracteriza al partido. Por su parte, Aragonès hizo hincapié en la necesidad de un socialismo liberador que permita avanzar hacia una democracia obrera, mientras que Camargo reflexionó sobre la falta de una revolución democrática verdadera en el Estado español.
El debate también abordó la cuestión de la unidad de la izquierda, un tema recurrente en la política española. Aragonès propuso centrar esta unión en la base y los movimientos sociales, mientras que Camargo destacó la importancia de reivindicar el legado del POUM desde diversas formaciones políticas. La diversidad de opiniones y enfoques en la mesa reflejó la riqueza del legado del POUM y su capacidad para inspirar a diferentes corrientes de la izquierda.
A medida que las jornadas avanzan, el análisis de la situación política actual se torna crítico. Los participantes coincidieron en que vivimos en una «contrarrevolución preventiva», donde el anticomunismo se manifiesta sin la presencia de un movimiento de masas con voluntad revolucionaria. La pregunta que surge es: ¿qué acciones se pueden tomar para enfrentar el capitalismo desde nuestras posiciones actuales? La necesidad de autoorganización y desobediencia civil fue un punto clave en las intervenciones, con un llamado a fortalecer la movilización social en respuesta a las injusticias contemporáneas.
El legado del POUM no solo se limita a su historia, sino que también se manifiesta en la actualidad a través de movimientos políticos en América Latina, donde líderes como Lula da Silva y Gustavo Petro están impulsando cambios significativos. Esta conexión internacionalista es una de las identidades fundamentales del POUM, que siempre ha buscado la solidaridad entre los pueblos oprimidos.
Las jornadas de conmemoración del POUM son una oportunidad para reencontrarse con viejas amistades y compañeros de lucha, pero también para mirar hacia el futuro con esperanza y determinación. La historia del POUM y su legado siguen siendo relevantes en un mundo donde las luchas por la justicia social y la igualdad continúan. A medida que los participantes reflexionan sobre su pasado, también se preparan para enfrentar los desafíos del presente y del futuro, reafirmando su compromiso con un socialismo inclusivo y democrático que responda a las necesidades de la sociedad actual.